Resistir

Dios responde sí, no, o espera. Siempre hay una respuesta venida del Cielo para nuestras plegarias. Nuestra prisa nos quiere hacer más sabios que la propia naturaleza que necesita de períodos para madurar todos sus procesos. Queremos las recompensas, pero ignoramos que a veces llegan luego de grandes fracasos o decepciones, porque elaboramos un guión a la medida de nuestros deseos e igual queremos que el Creador se ajuste al mismo. En este planeta dual, hasta que no aprendemos a vivir en el “orden divino” nuestra vida pareciera dar saltos, que pasamos de los éxitos a los fracasos y viceversa.

En realidad, estamos aprendiendo, lo sepamos o no, lo que hemos decidido de antemano, aunque pareciera que estamos de vacaciones al entregarnos solo a los placeres. En ocasiones, cuando los sucesos nos llevan al límite, esperar signifi ca resistir. Es como dice el Tao: “Aprende a confi ar en lo que está ocurriendo. Si hay silencio, déjalo aumentar, algo surgirá. Si hay tormenta, déjala rugir, se calmará”.