Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

SENDEROS

¡Tómate un café contigo!

De vez en cuando es buena idea invitar a tomar un café a alguien que después de todo no puede decirte que no. ¡Tú mismo! Si sientes que la vida se ha tornado un poco densa, las situaciones están bastante duras y tus ánimos parecen no estar de la mejor manera. Entonces vamos, te explicaré cómo hacerlo y qué debes de plantearte dentro de ese café místico que quiero te des el tiempo de tomarte.

En primer lugar haz a un lado todo.

¡Sí, todo sin excepciones! Abárcalo sin que nada se te quede y englóbalo en un libro imaginario en el cual se van apuntando todas las cosas que te incomodan, que te hacen pasar por momentos difíciles y que por ende te hacen la vida muy dura. Nada debe de escaparse y lo englobarás en el imaginario libro que vas a poner al momento de disfrutar de tu tacita de café, el objetivo es recordarte lo vulnerable y paradójico que es todo, porque ello representa la casi totalidad de situaciones que vives y en las que continuamente te ves inmerso.

Cuando te sientes en tu cafetería imaginaria debes de sentir un ambiente acogedor porque a medida que abras las páginas del libro en cuestión no vas a dejarte llevar por las emociones que todo esto representa, al contrario, vas a permitir que el ambiente sereno del lugar y el café sean testigos de tu ánimo, de entender el porqué de tu necesidad de haber llegado a dicha cafetería: Es para descansar, es para interpretar y para finalmente liberar la carga emocional que has ido acumulando con el paso del tiempo.

Descansa a medida que bebas tu imaginario café y siente que has logrado disminuir el peso que el contenido del libro te generaba con solo pensarlo, has comprendido que pase lo que pase: ¡Vas a salir adelante! “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista” y este cafecito es en primer lugar para recordártelo, a medida que el efecto relajante del café se apodera de ti entonces inicias el deseo de continuar por este metafísico encuentro contigo mismo. Ha llegado el momento de interpretar qué cosas has hecho de forma errónea y por qué no has podido aún superar muchas de las cosas que te abruman en el momento que bebes tu café, a medida que pasaban las páginas del libro imaginario se iban haciendo muchas veces más hostiles contigo porque algunas te han acompañado ya por mucho tiempo, muchas de ellas has evitado enfrentarlas y se convirtieron en verdaderas pesadillas, al no asumirlas y al no interpretarlas simplemente te envolvieron en su pesada carga.

Ya el café va más allá de la mitad y su efecto curativo ha empezado a notarse en tu pensamiento. Finalmente has abierto tu mente a observarte en lugar de observar, e interpretarte en lugar de interpretar a los demás; con ello podemos llegar al último momento de nuestro imaginario evento.

Liberar la carga es asumir tu responsabilidad y buscar soluciones, y por más que tu ego derrotado te diga que “no” siempre hay esperanza, solo acepta algunas verdades de ti mismo que puedan dolerte, es tiempo de buscar la verdad dentro de tu zona de confort; cuando la identificas puede que te duela y es normal porque estás acostumbrado a las fantasías y grandilocuencias de tu ego, cuando sobrepasas esta máscara cruel y engañosa encuentras un ser que muchas veces se mete en situaciones por falta de humildad y de sinceridad hacia sí mismo. Liberar tu carga es asumir tu responsabilidad sin buscar culpables y con humildad aceptar que mucho de lo que ese libro te mostró fue en parte producto de tu propia necedad y negligencia, cuando llegas a este punto tu cafecito ya se ha terminado, pero no sin sentirte mucho mejor y más aligerado dentro de la carga que aquel libro te representaba.

Tags relacionados