¡Logros, alcances y realización en amor!

Querer explicar el amor es igual a rebuscar la esencia a la existencia y darla a conocer a través de una prédica hablada. Se entiende que no es fácil, porque al amor hay que sentirlo, y como tal amarlo como vida; pudiendo expresarlo como auténtico y verdadero sentimiento realizado. Por tanto, el amor nace como un pensamiento de Dios y es Dios mismo.

Dios es amor. ¿Cuántos de nosotros nos hacemos conscientes de ese amor? Se dice con mucha lógica que el amor divino se ensaya con la familia, tanto carnal como en la humanidad misma. Siendo el más parecido por su alcance de abnegación y entrega incondicional es el de madre. Es en este ensayo que se hace apostólico por el rango de maestría que hay que imponer para conciliar con amor las diferencias que se dan en el conjunto. Por la misión y servicios en este ensayo se logra dar primeros pasos en el sendero de la conquista del Ser en la escalera de la realización.

También, otorga firmeza para alcanzar los objetivos que trazan las enseñanzas espirituales, que codifican en tanto la fe y la convicción de lo que se busca y se quiere alcanzar. Todo esto entonces se convierte en propósitos nobles de servicios con amor en todo y a todos. Es preciso informar, por qué este se focaliza para sí mismo, porque permite en conciencia, erradicar las vestimentas del error, que como pecado, al alma le causa dolor.

El Maestro Jesús encarnó y refrendó este amor en Cristo, cuando voluntariamente aceptó su misión salvadora y redentora como Mesías; y por este mismo amor, se ofreció a morir en cruz, precedida por fuertes tormentos de dolor en su pasión apostólica y mesiánica. Asimismo, la presión de este amor venció los aspectos del mal expandido en el mundo. Porque muchos enemigos creyeron que con su muerte eliminaban la semilla de la penetrante doctrina de amor que estaba sembrando en el suelo del planeta y corazones, entonces fue ahí que exclamó con eco: “¡Oh muerte donde está tu aguijón!” y “¡Oh sepulcro tu victoria...!”.

Quiere esto decir: “Que el amor todo lo puede y perdona. Y como tal, vence y corrige los aspectos dañinos del error que hacen perder el alma en laberintos de pasiones”.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece y conforta...” es la exclamación del autor bíblico, que resuena todavía en nuestros tiempos. Porque Cristo es Amor, y nosotros criaturas amadas desde mucho tiempo y por siempre. Así también lo dijo Jesús: “Cuando dos o más se reúnan en mi nombre con sincero fervor y amorÖ Yo estaré con vosotros y me manifestaré con mi aura de amor, protección y cuidado...”.

Jesús con su amor y entrega ha sido y será el Cirineo en el camino de la ascensión y retorno a Dios, como también otras conciencias que han tomado el patrón del diseño de amor y servicio -muchos incorporado en su misma vida- para darlo en este tiempo a la humanidad. Y con esta manifestación de amor, se vincula la apoteósica conquista y realización de nuestra conciencia.