Soy

¿Soy cómo realmente soy o estoy representando un papel, me estoy viendo con honestidad, con las propias luces y sombras, o utilizo solo las buenas opiniones de los demás para construirme y dejar aflorar al “Dr. Merengue”, de vez en cuando, sin percatarme de esta brecha por donde se cuela la oscuridad?

Estamos a menudo tan ocupados representándonos, amparados en nuestra supuesta bondad, que criticamos acremente, por ejemplo, la vestimenta ajena, que una persona no coma carne o que tenga una religión distinta. Nos convertimos en certificadores porque nos hicieron creer que nuestro camino es el único acertado, pero todo lo que no se ejecuta o expresa con amor causa daño. Equivocarse es válido, pero persistir revela la calidad de nuestras almas.

Dar un paso al frente en el mundo espiritual significa voltearse como un guante a la luz de nosotros mismos, sin testigos. Nunca los “defectos” o “errores” de los demás podrán absolver los nuestros.