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SENDEROS

El sonido de la propia música interior

En memoria de Wayne W. Dyer, mi autor favorito y un Bodhisattva que recién nos dejó en este plano material. ¡Gracias por tus libros!

Recuerdo que de niño le decía a mi madre-abuela que algún día me ganaría el Nobel de Literatura, en mi afán por expresarme a través de la escritura. Todos llevamos esa música que nos inspira, que nos hace realizar cosas maravillosas, el problema estriba en que escuchamos a aquellos que han perdido el sonido de su propia música, que dejaron que ese niño interior deje de soñar, que hicieron caso a los eternos críticos que no escuchan nunca mensaje alguno debido que siempre encuentran todos los defectos del mensajero y olvidan el mensaje, el cual debe asumirse independientemente de quien lo diga. Igual sucede con tu música interior, en tu niñez no le hacías caso a nadie y dejabas que esta emergiera de ti en forma de sueños y de deseos por cumplir.

Qué importa si no logras las grandes metas que en un principio soñaste realizar. Debes de hacer lo que amas hacer, aquello que se conecta con esa parte de ti que te permite ser sencillamente tú mismo.

Recuerdo hace un par de años que una persona cercana a mí me dijo en forma ofensiva que nunca he logrado publicar ningún libro como muestra del fracaso que supone no haberlo logrado… Mi ego ofendido lo tomó muy mal porque no estaba preparado para asumir que en un mundo de egos difícilmente iba a lograr conectar con esa parte compasiva y amorosa de nuestros propios seres cercanos. He dejado de identificarme con los logros, claro que he logrado ser un escritor aunque mis libros aún estén sin publicarse y no sean “bestsellers” porque he logrado manifestar esa parte de mi ser que brota como música.

Ese es el mayor logro posible, poder materializar esa parte de ti que te lleva a tu nivel superior, que te permite observar la mejor versión de ti mismo. Desde mi nueva perspectiva agradezco esas palabras porque son un recordatorio de los eventos que aún me quedan por realizar, porque ya no escuché ese ego que quiso ofenderme sino que ahora observo esa parte compasiva que en el fondo me animó a hacerlo, a dejar a un lado la ofensa y aceptar el buen deseo, a cambiar mi mente para volver a sintonizarme con mi propia música interior.

Todos somos músicos y es esa hermosa música la que vive como potencialidad pura, que espera que la materialices y la puedas llevar en forma de arte, de escritos, de diseños, de cualquier hecho que te permita manifestar esa parte hermosa y trascendental que todos llevamos dentro. Tienes toda la potencialidad para lograr todo aquello que desees manifestar en este universo, sólo debes sintonizarte con tu música interior y dejar que fluya. Lo importante es ser tú, ser original, es permitir que tu música suene independientemente de las ideas ajenas o de las formas de ver de otros, lo importante es seguir tus sueños hasta donde te lleven. Nunca es tarde, para hacer lo que amas hacer, todo está en regresar a esa etapa de ti que soñaba sin importar el resultado, debes permitir-te ser el músico que eres y permitir que la sincronía y la armonía se junten en esa hermosa música que sólo tú eres capaz de crear en la belleza de tus sueños.

No dejes que otros maten tus sueños, aún muertos pueden revivir para permitirte ser quien deseas ser, nada ni nadie puede quitarte esa música que nació para manifestar la mejor parte de ti… ¡No dejes que la mediocridad ajena te quite lo mejor de ti mismo, ve tras tus sueños y síguelos hasta donde ellos mismos te puedan llevar!

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