Santo Domingo 28°C/28°C few clouds

Suscribete

REFLEXIÓN

Cinco panes y dos peces

Avatar del Listín Diario
Isabel Laura Goico de PrietoSanto Domingo

Una vez más me sorprende el Señor con su Palabra acertada, precisa, en este domingo dedicado a los padres.

El Evangelio nos habla de la multiplicación de los panes y los peces. Jesús compasivo, misericordioso, no resiste la idea de que sus hijos vayan a pasar hambre y realiza el milagro. Ese “milagro” que tantos padres y madres realizan cada día en todos los confines de la Tierra y que precisa de un punto en común para todos, el esfuerzo.

Nos dice San Juan que Jesús le preguntó a Felipe: “¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?” y agrega, “lo decía para tantearlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer”.

Jesús no necesitaba de nadie para realizar el milagro, pero quiso enseñarnos que para que este ocurra, tenemos que despojarnos de algo, es imprescindible que colaboremos.

Algunas veces será dejando a un lado el miedo, otras perdonando, ayudando al hermano en su necesidad, defendiendo nuestra verdadera y única fe, esa que está basada en la doctrina de Cristo y no puede acomodarse a nuestros propios intereses...

No importa lo que aportemos, lo que no podemos es quedarnos cruzados de brazos.

Hace 20 años recibí uno de los más grandes regalos de mi vida. Fui invitada al Cursillo de Cristiandad, donde en tan sólo tres días me dieron las herramientas necesarias para ser feliz durante toda mi vida. Aun sin saberlo todavía, para recibir todo esto me pidieron que colaborara con mi ilusión, mi entrega y mi espíritu de caridad. A partir de ese momento entendí que no podía quedarme sola con el tesoro que me habían entregado, ahora me tocaba a mí multiplicar, era mi responsabilidad alimentar a mis hermanos con esa Palabra que, una vez conocida, saciaba mi vida y sentía que tenía que ser compartida de forma imperante.

Esto he hecho desde entonces, poniendo lo poco que tengo a favor de mis hermanos, tratando de que otros puedan tocar con sus manos, como lo hice yo, la infinita misericordia de Dios y su inconmensurable amor. Que sientan que nada es imposible para Él y que con sólo poner nuestros “cinco panes y dos peces”, Él obrará en nosotros y sucederá el milagro.

La gran noticia es que esto es posible para mí, para ti...

¡para todos! Tú sabrás cuáles y cuántos son tus panes y tus peces, ¡hoy es el momento de multiplicarlos, de ponerlos al servicio del Señor!

Tags relacionados