Los regalos del Ángel de la Navidad

Hoy es tradición en muchos lugares del mundo la celebración del Ángel de la Navidad, aquella luz inmensa que guió a los reyes hacia el niño rey. Pero, las tradiciones se han multiplicado y hay muchas maneras de celebrarlas. Es tradición hacer 21 peticiones para que, por intermedio de este ángel, sean concedidas. Según la tradición son siete por el planeta, siete por las personas y siete por uno mismo. Todo con la intención de que se le puede poner desde el corazón para que sean concedidas en el transcurso del año. Para mí son expresiones muy bellas y llenas de amor compasivo, y las encomendamos desde la esperanza, para sus realizaciones. Pero debemos pensar quizás en reducir esta tarea para hacerla más eficaz, haciendo la lista de peticiones más corta. Yo en particular hago tres, dirigidas en las tres partes originales, es más energético, y evita que la carga de energía que ponemos como co-creadores no se fragmente y baje su vibración a tal modo que no se produzcan las manifestaciones que se han pedido. Prueben a hacer tres peticiones, pero ahora habrá una diferencia, como se necesita menos energía de creación, al reestructurar los pedidos, se concederán en menos tiempo del que conocen en el plano lineal, esto como consecuencia de que el plano continuo se acelerará ya que el anterior se volvió más ligero. Hay una manera de hacer la lista que es magia pura, y es la forma de redactar los pedidos. Haga tres listas, una por usted, una por los demás, y una por el planeta, si lo hace en este momento verá la diferencia… Busque lápiz y papel antes de continuar leyendo, no se arrepentirá. Ahora escriba tres pedidos en cada lista. Ya está, ahora vamos a codificarlos en el amor compasivo de la gracia de la espiritualidad, que da el dar a otros lo que yo quiero que a mí me llegue. Solo sea sincero en los pedidos; los pedidos que hizo para usted, pídalos para el mundo; los que hizo por el mundo, pídalos para las personas; y los que hizo para las personas hágalos para usted. Esto hará la gran diferencia en sus peticiones de este año, y por favor no me crea, experimente por sí mismo, solo así sabrá si funciona. Muchas veces los pedidos no se producen por la mala redacción de los mismos, porque hay que tomar en cuenta el proceso de vida, el plan de vida, los factores y cuál es la realidad en materia de lo que se está pidiendo. Oigo a muchos decir si estoy bien, tú estarás bien, si progreso tú también lo harás; es mejor pedir por los demás, no esperar a que nosotros estemos en tales o cuales condiciones para que el deseo de bienestar que queremos para los demás se produzca, el mundo no gira alrededor de nosotros. En el cielo hay una ley muy antigua que dice: “Pide por otros para que a ti te llegue”.