Esperanza

Afortunadamente el tiempo está cambiando. Cada vez más personas se dan cuenta de que, aunque nacemos con ciertas predisposiciones, somos co-creadores de nuestro destino. Somos el resultado de nuestros pensamientos, sentimientos, palabras y programaciones. El resultado de lo que estamos viviendo es el resultado de nuestras programaciones mentales, por lo que tenemos que vigilarnos todas las palabras que pronunciamos todo el tiempo. Es la manera en que miramos que hemos sembrado.Estamos esperanzados, pues más personas descubren que la verdadera espiritualidad es acción con todo, trasciende las paredes de los templos, existe una nueva generación interesada en la educación, la superación de los males que aquejan a la sociedad. Jóvenes líderes que procuran manejarse en la Luz, y comprenden que no se trata de activar la santidad solo los domingos, sino manejarse en todo con respeto y apego a las leyes del amor. Realizan la vieja máxima que dice: “Lo que quiero para mí, lo deseo para ti”.