Hablar bien

La palabra hablada tiene poder, tal como expresa la cita bíblica de Isaías 55:11: “Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, antes hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”. Si queremos detener la ola de violencia, debemos hacer un trabajo a lo inverso, es decir hablar de la importancia de la buena convivencia, de preservar un clima de paz. Disminuyamos las imágenes ensangrentadas y violentas de nuestra televisión. Hablemos en un tono más bajito y pausado. Que los medios informativos abran más espacios para promover los buenos valores. Que seamos humildes para exhibir las fortunas y más dispuestos a ayudar a otros a salir de sus niveles de limitaciones económicas. Una sociedad equilibrada y equitativa es aquella que garantiza que sus ciudadanos puedan vivir bien con lo que producen, sin importar el monto. La responsabilidad es de todos, manos a la obra.