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SENDEROS

Globos de colores en Pentecostés

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Lesbia Gómez SueroSanto Domingo

Si la venida del Espíritu Santo (Pentecostés) hubiera sido en el tiempo actual, se celebraría con globos de múltiples colores, y quizás muchos hubieran participado en tan magno evento de carácter espiritual. Porque el hombre de hoy sumido en la ignorancia lo creería fiesta para gratificar los sentidos. Sin embargo, Pentecostés es la fiesta para glorificar el descenso de La Verdad en los corazones y mentes de los hombres ñdiscípulos (apóstoles) escogidos para conformar el gran discipulado en la Academia de Alta Moral. Disciplina dejada al mundo y a los hombres por nuestro inmenso maestro Jesús, -maestro de maestros-. Pentecostés es la apertura de los sentidos internos que se refrenda con el conocimiento de La Verdad como esencia absoluta, y con su mística, da la impronta de sabiduría para que el hombre se articule con ella para discernir lo que es real de lo irreal. Separándose de aquello que no perdura y lo esclaviza al atractivo deleite de la carne (sentidos externos). Sabido es, que el Espíritu Santo descendió en forma de lenguas de fuego sobre los apóstoles y los más íntimos amigos de Jesús que se mantuvieron firmes con sus enseñanzas, y con ello se dio paso a la “iniciación de los misterios”. Todo esto confirma el conocimiento para predicar una doctrina nueva de amor, de fe, de vida y esperanza. Se infiere entonces que ahí los discípulos despertaron hablando en diferentes lenguas, lo cual era desconocido para el vulgo corriente e ignorante, y consecuente a ello los creyeron locos. Hoy en cambio, muchos están preparados y en fe esperan la segunda llegada de Jesús en la conciencia y en los corazones y en el mundo como el asiento crístico. Y para esa fastuosa ocasión se cuenta con globos, y músicas, acompañándose con flautas, tambores y címbalos; para cuando suenen las trompetas, -los escogidos, por la probidad en los sentimientos, y que han permanecido firmes en los postulados de Cristo, que mandan a “amar al prójimo, y a servir con amor y obras al hermano que transita con dolor el áspero sendero-plagado de ignorancia y sufrimientos”. Para esto se tiene organizado una fiesta en la conciencia del hombre y del planeta. ¿Cuándo será esto? Nadie lo sabe. Dice la palabra: “de aquel día y hora nadie sabe, ni aún los ángeles del cielo, ni el Hijo sino sólo el Padre”. Pero algo cierto es que “por causa de los justos los días serán acortados”. Y si con prudente actitud se observaran los cambios que se están produciendo, presionan a creer por fe, que Cristo Jesús está en el portal del cielo a la espera del Fiat-Luz dado por el Padre, ya que solo él conoce la fecha exacta del momentúm histórico para la humanidad. “Preparaos todos con suficiente tiempo y aceite para las lámparas, porque ha de venir como ladrón al acecho, y para que encuentre los corazones rebosados de alegría, para recibirlo con cánticos de “Alabanzas y Gloria”, que con amor repitan: “Bendito el que viene en nombre del Señor... Bendito por siempre sea”...

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