Santo Domingo 20°C/20°C clear sky

Suscribete

SENDEROS

Animándonos a ser valientes

¿Qué haría hoy si fuera valiente? Algunos responderían me constituiría en “ley, batuta y constitución” para atacar la delincuencia, la corrupción, violencia de género, abusos y tantas más. Todo sentimiento que nos urge a tomar a acción para corregir aquellos actos en los que todos estamos de acuerdo que nos afectan, a algunos en este preciso momento, a otros, quizás más adelante, proviene de ese lugar en nosotros que nos recuerda nuestro compromiso en este universo. Para quienes la valentía está asociada con el ataque, ésta no se concibe como una cualidad donde el respeto por lo diverso encuentre su representación. Debo tratar de humillar, ofender, y atacar para mostrar que tengo valor. Obviamente, para los tales, un comportamiento asociado, a ponerse en el zapato del otro, no es muestra de vigor. Si examinamos la actuación de quien permitió la crítica por lo que decía, hizo lo que entendió correcto y mostró su valor probándose a sí mismo aquello en lo que creía, nos damos cuenta que ser valiente hoy no responde al significado enseñado por maestros espirituales o académicos. El acto de considerarnos como expresiones de Dios, tomando lo literal de “creados a imagen y semejanza”, requiere mostrar valentía para creerle a Dios. Es más fácil creer en Dios. Juzgue usted. Desconozco quién escribió la frase “Si sólo se me da una vida, ¿voy a vivirla mal?”. Pero viene a mi mente cuando pienso que en este siglo, de avances en todos los órdenes, de información en tiempo real, vivirla bien parece tener el significado de ‘yo estoy bien, no me importa si tú estás mal, yo acaparo y exhibo para que te des cuenta que, sin poder responderte cómo lo obtuve, tengo más’. Poco importa el esfuerzo para ‘ser más’. Estamos necesitando una nueva generación de valientes, que asuman su compromiso de contribuir al advenimiento del cambio de conciencia que nos acerca más al “nuevo cielo y la nueva tierra”, no como lugares geográficos mejor ubicados, sino como comportamientos y acciones llenas de sabiduría, de unidad, con el propósito común de hacer de nuestro planeta un mejor lugar para vivir, sin barrotes mentales, libres de pensamientos fosilizados por el miedo, por emociones no sanadas que arrastran a actos desesperados. Sin importar el lugar donde te encuentres ahora, si te interesa apoyar el que se manifieste la divinidad que hay en ti y en todos, te invito a acompañarme con tu reflexión personal sobre nuestra contribución al mundo, revisar si estamos cumpliendo con el objetivo encomendado de ser agentes de paz y de servicio, para hacer realidad la fórmula compartida que dice. “...Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos traeré”. Anímate a ser valiente. Bendiciones multiplicadas.

Tags relacionados