Aprendiendo desde adentro

Las personas aprenden algo valioso de sí mismas por medio del dolor, el amor, o la sorpresa de un descubrimiento interno, el cual siempre ha estado ahí, solo que no tenían la suficiente visión interna para darse cuenta de que lo que acaba de pasar siempre fue la respuesta. Pudo suceder que una situación o alguien les hizo las preguntas correctas o los puso en el camino de ver que lo que tanto era el otro era una forma de no darnos cuenta de que solo veo lo que quiero y no lo que debo. Al esforzarnos por ir más allá de lo que en la realidad sabemos será el gran despertar de una parte de la conciencia que aún se encuentra dormida, son discernimientos que están en las mentes de las personas y aun así no logran dar con lo que en realidad será el catalizador de encontrar una paz, o quizás un equilibrio en sus vidas; pero será que no nos gusta en realidad mirar dentro, no nos hemos hecho las preguntas adecuadas, no queremos ver o en verdad resulta difícil aceptar que muchos de los problemas que presentamos, no importa la índole, se originan en aspectos de nuestros pasados que no llegamos entender o asimilar. Tenemos patrones repetitivos y no logramos ver las causas reales que provocan esos problemas con nosotros mismos, con nuestro cuerpo (enfermedad), o nuestro sistema emocional o espiritual; mirar no es lo mismo que ver. Cuando ponen su atención en solucionar sus dificultades creen que las respuestas vendrán de afuera y en verdad lo que viene de afuera es la guía para ir hacia dentro, donde encontrarán las respuestas a lo que están tratando de solucionar; muchas veces se topan con que son sus antepasados los que tienen estos obstáculos y solo están tratando de salir inconscientemente de ellos. Aprender desde nuestros ancestros nos da una visión más clara de el por qué lo que nos afecta. Debemos hacernos preguntas como: ¿es en realidad esta enfermedad mía o estoy reflejando algo de lo cual no soy consciente?, ¿es por mí es por otro que sufro?, ¿es en realidad él o ella responsable de lo que me pasa o soy yo que no dejo ir? Las respuestas están en el problema, sí, porque solo aceptando que somos parte del problema es donde está la solución más libertadora. Mientras traten de que algo salga de sus vidas, porque lo consideran un inconveniente, esto persistirá con más ahínco que nunca. Piensen de nuevo, si no encuentran respuestas o son las mismas, pueden que estén inconscientemente bloqueando la respuesta. Cambien sus preguntas en un marco más elevado de conciencia ¿Es esto lo que en realidad quiero o me cuesta aceptar lo que en realidad es? La autora tendrá un conversatorio mañana lunes a las 6:30 de la tarde, en Templo Dorado, Mirador Norte.