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A DISTANCIA

Trump, en medio de la tormenta

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Adolfo ValenzuelaSanto Domingo

El cargo de un presidente no admite posturas acomodaticias y en el caso de Donald Trump, pretender mantener una posición neutral ante todo el mundo, llámense supremacistas blancos o anti-racistas, y dividir en partes iguales a “los culpables”, no ha encajado en la opinión pública estadounidense.

Desde el momento en que trató de justificar la violencia que brotó en Charlottesville debido a que la marcha de los racistas estaba convocada de antemano, y al lugar se presentaron los opositores de los extremistas, la muerte de Heather Heyer, de 32 años, atropellada por un extremista que condujo su vehículo contra la contra-marcha, no era admisible… era condenable. Y Trump no lo hizo.

No desligarse públicamente de los supremacistas le ha costado críticas no solo de los congresistas demócratas, sino de importantes figuras republicanas. También duros comentarios de inversionistas locales. Y las citas no han podido ser más agrias.

Por ejemplo, el viernes pasado, un grupo demócrata presentó una resolución de censura que podría considerarse un hito en la historia del Congreso. Aunque la misma no conlleve que el mandatario renuncie, moralmente hablando es una “condena oficial”.

El senador Bob Corker, republicano, expresó que “el presidente no ha podido demostrar la estabilidad, ni parte de la competencia que necesita demostrar para tener éxito. Y nuestra nación y nuestro mundo necesitan que tenga éxito, sea republicano o demócrata”.

En otra crítica, Lindsey Graham, de Carolina del Sur, opinó que “muchos republicanos lucharán contra la idea de que el Partido de Lincoln tiene una alfombra de bienvenida para los Davis Duke del mundo” refiriéndose al exlíder del Ku Klux Klan, una organización racista ampliamente conocida.

Además, un grupo de empresarios que formaba parte de foros que apoyaban a la Casa Blanca como asesores en diferentes áreas comerciales, decidieron renunciar.

Ejecutivos de las compañías Merck, Intel, Under Armour y General Motors, pertenecientes al Consejo de Manufactureras y el Foro de Estrategia y Política, decidieron apartarse del gobierno.

Uno de ellos, Kenneth Frazier, afroamericano director de la farmacéutica Merck, consideró que “como gerente general de Merck y siguiendo el llamado de mi conciencia, considero mi responsabilidad tomar posición contra la intolerancia y el extremismo”.

La reacción de Trump fue “estoy cancelando los dos (foros)” y “gracias a todos”, vía Twitter.

David Duke también tenía una opinión por el apoyo del Presidente: “Gracias presidente Trump por su honestidad y el valor para decir la verdad”.

Si el mandatario está pensando en la reelección desde ya, de seguro que Duke estará en la primera fila, ondeando una bandera confederada.

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