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En la diana

Primer Tiro Ha quedado claro que el espacio monetario abierto por la caída de la inversión privada y la reducción del gasto público es más que suficiente para absorber una reducción de 50 puntos básicos en la Tasa de Política Monetaria (TPM) y una reducción de RD$ 20,423.2 millones del encaje legal, sin que la aceleración resultante de la demanda interna produzca presiones marginales en los precios, a lo cual hay que agregarle que la misma también se produciría sin que la reducción de las tasas de interés produzca una tasa de devaluación mayor a la esperada y compatible con el control actual de la inflación. Si la caída en las tasas de interés activa (la preferencial ha bajado 103 puntos básicos en los primeros once días de operaciones del cursante mes) produce una Tasa de Expansión del Crédito No Aceleradora de la Inflación, entonces las condiciones monetarias y el Panorama Macroeconómico creado por las medidas de flexibilización del Banco Central no generarán expectativas de devaluación.

Segundo Tiro El análisis del diferencial entre la tasa de interés en moneda nacional y extranjera y la tasa de devaluación debe partir de la comparación entre las diferencias actuales (después de los efectos de las medidas de flexibilización del Banco Central) de dichas tasas y la tasa de devaluación esperada durante los próximos doce meses. Durante los primeros nueve días laborables del cursante mes de agosto la tasa pasiva preferencial promedio se redujo en 53 puntos básicos, lo que significa que el traspaso de la reducción de la TPM ya se completó. Tomando una tasa de interés promedio en dólares de 2%, un inversionista que invierta hoy a la tasa pasiva preferencial promedio de 7.56% obtendría un beneficio medido en moneda extranjera si devaluación anual acumulada al mes de agosto del 2018 fuera menor que 5.56%. Antes de la flexibilización monetaria esta cifra era de 6.09%. Tomando en cuenta las proyecciones del Marco Macroeconómico para lo que resta de este año y para el próximo, la devaluación esperada sería de 4.3%, lo que significa que aunque se registre dicha devaluación, el diferencial de tasas todavía garantiza un rendimiento positivo en moneda extranjera.

Tercer Tiro En condiciones de acumulación de reservas internacionales y mejora en el balance externo la disminución del diferencial de tasas de interés no se traspasaría completamente a la tasa de devaluación. Entre abril y mayo del 2015 la TPM se redujo en 100 puntos básicos, y la diferencia entre las tasas de interés en moneda nacional y extranjera disminuyó de 7.12% a 5.84%. En mayo del 2015 la devaluación anualizada era de 2.31%, la cual aumentó a 3.35% en mayo del 2016, lo que significa que un año después la devaluación se aceleró en una proporción mucho menor que la reducción del diferencial de tasa. La tasa de devaluación actual es de 3.36%, lo cual significa que aunque la totalidad de la reducción de la TPM se traspase a la devaluación, la misma quedaría por debajo del diferencial de tasas de interés actual. Por tanto, si la flexibilización monetaria reciente no altere el balance de riesgos entre el diferencial de tasas de interés y la tasa de devaluación esperada, entonces invertir en moneda nacional sería más conveniente que hacerlo en dólares.

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