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PENSANDO

Oxígeno y honor en los atletas

La oxigenación hiperbárica se define como el tratamiento de oxígeno al 100% en un compartimiento llamado “cámara hiperbárica”, donde el atleta respira oxígeno totalmente puro a una presión atmosférica mayor a la del medio ambiente. La terapia se caracteriza por beneficiar en muchos aspectos mejorando el ánimo, disminuyendo el dolor, inflamaciones, aumentando la capacidad pulmonar, el riego sanguíneo, estimulando la formación de vasos sanguíneos donde el cuerpo realmente lo necesita; razones por las cuales se está convirtiendo en un instrumento indispensable para el rendimiento del atleta.

Famosos deportistas le deben una cuota de su éxito a la terapia con oxígeno hiperbárico como el tenista Novak Djokovic y el nadador Michael Phelps, dos de los más grandes atletas de todos los tiempos, que utilizaron la oxigenación hiperbárica como terapia efectiva para su alto rendimiento.

Fidel Castro en su política deportiva implantó la terapia de oxigenación hiperbárica en sus atletas y la respuesta no se hizo esperar. El resultado de este adelanto científico como tratamiento es la recuperación en pacientes con lesiones de tejido blando o fracturas, restablece los tejidos afectados por cualquier tipo de contractura muscular, esguince o desgarro de tendones y ni hablar en la prevención de lesiones. Ya los entrenamientos a grandes alturas para la estimulación de glóbulos rojos se pueden sustituir por esta terapia de oxigenación que actúa con un efecto parecido a la “Eritropoyetina”, hormona que le ordena a las células madres de la médula ósea producir más glóbulos rojos. La parte mental del atleta se fortalece fomentando el honor dentro del terreno de la competencia. No se gana por audacia ni por creer que los azares de la vida pueden pagar su precio; el honor no es producto de la acción, sino de la manera de llevarla a cabo. No a todos se seleccionan para guiar el timón del Estado, ni los ejércitos son dirigidos por cualquiera; realizando bien lo que se nos confíe, lograremos la victoria con honor. La sed por la fama es temeraria, pero el deseo de adquirirla con honor es poderoso. El oxígeno y el honor dan al atleta el mayor rendimiento para alcanzar la grandeza de representar a su país y así obtener el aplauso de su propia conciencia.

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