La digitalización del cambio político
El acceso a la tecnología, las redes sociales y la difusión de información obligará eventualmente a realizarcambios esenciales en los partidos políticos y los mecanismos de representación democrática. Extender el acceso al voto de manera digital a través de aplicaciones para estos fi nes no es una idea descabellada.
También la socialización de planes a implementar por las autoridades electas podrían legitimar y generar apoyos para sus reformas políticas. Frente a un escenario de este tipo, los likes en Facebook, los retweets y todas las acciones que conviertana un actor político en una “celebridad” seguirán ganando terreno. Por otro lado, los programas y políticasque este implemente serán seguidos aún más de cerca y con un escrutinio y vigilancia en tiempo real.La aparición de actores políticos perfectamente desconocidos de la noche a la mañana será cada vez másfrecuente.
Muchos de estos, aprovecharan las coyunturas del momento con propuestas contagiosas yvirales que conecten emocionalmente con los descontentos e impacientes electores.
Adicionalmente, lascampañas electorales podrían ser aún más imprevisibles. Esto no signifi ca que los partidos políticos o sus líderes vayan a desaparecer o a perder relevancia.
Lo que signifi ca es que sus carreras políticas podrían ser cada vez más efímeras, bajo un mayor escrutinio público,con menor margen de maniobra y con confl ictos cada vez más frecuentes.
Estos eventos no aseguran por si mismos la decadencia del sistema político actual. El sistema de partidos políticos tradicional tiene sus cimientos en la organización. Sea centralizada o no, esta organización garantiza una respuesta comprometida en el escenario que los actores políticos decidan actuar. No sucede así con los movimientos de indignados que se organizan en muchos casos a través de lasredes sociales.
Estos grupos se coordinan en base a emociones que confl uyen de manera natural comoreacción al descontento, insatisfacción o indignación frente a una situación particular.
Por esta razón, presenciamos grandes manifestaciones de descontento pero sin líderes visibles capaces de capitalizar políticamente la situación. Estos movimientos tienden a caer en las garras de líderes de corte populistas, que aunque pertenecen alsistema político tradicional, aprovechan estas coyunturas para capitalizar las emociones de estosindignados en pro de sus aspiraciones electorales. A pesar de no ser la primera vez que este tipo de fenómenos políticos sacuden la República Dominicana, es cierto que una generación de jóvenes políticamente despiertos exige de manera persistente cambios políticos y sociales acordes a sus expectativas.
El desenlace está por verse. El cambio y la renovación es lo único permanente, así sean gestionados através de las redes sociales. GREGORIO TAPIA es de analista político internacional y presidente de Tapia Group, una fi rma de branding estratégico que ayuda a empresas, empresarios y políticos a desarrollar sólidas marcas personales y empresariales.
También es autor del libro La Revolución Personal, donde plasma ideas prácticas acerca de laimportancia de desarrollar una marca personal de cara a la economía digital del siglo XXI.