Nuevo futuro, nueva política
Todos hemos visto el crecimiento galopante de la Marcha Verde. Hemos tenido a nuestros hermanos caminando hombro con hombro, a través de un nuevo proceso que en su primera etapa se llama la Marcha Verde.
En las elecciones de 2016, en República Dominicana el fenómeno de las prebendas para el voto, el clásico picapollo y RD$500, reinaron, igual que como lo habían hecho por más de una década. Ahora, el picapollo reinó, porque más de un 30% del total los votantes en las elecciones pasadas, los que son de entre 20 y 45 años, y que no tienen afi liación partidaria, no se sintieron convencidos de ir a ejercer su voto. Recuerden que la mayoría de los votos estaban comprometidos.
Para las elecciones de 2020, han germinado los ideales patrios, el interés por el colectivo, y con esto, comienza la nueva política que va a renovar a los poderes públicos, la vocación del servicio y el esfuerzo por reivindicar a todos los dominicanos.
Esta nueva clase política tendrá como reto aprender a sobrevivir en la política, sin robar, ni hacer uso extraño de la política, y a la vez subsistir económicamente; un gran reto en verdad. Pero por eso nuestra recomendación es que el funcionario público tenga vocación de servicio y entrega por su país, ser técnico o político, no debe ser sufi ciente para llegar a una función de poder público, se necesita entrega probada y demostrada hacia su país.
La Marcha Verde evoluciona ahora al nuevo camino de las propuestas.
En cada renglón se debe preparar lo que puede hacerse bajo las condiciones actuales, porque si no cómo puede discutir desde ahora el rumbo económico actual, y debe también replantear el sendero que sigue la administración vigente, y como puede plantearse una propuesta mejor, una oferta que revele un mejor futuro económico para la República Dominicana, y una mejor calidad de vida para todos los dominicanos. No más crecimiento para un grupo, hay que mejorarle la condición de vida de todos los dominicanos, y para eso se necesita una fuerte presión en cuanto a la redistribución de capitales.
Aunque todo esto lo han propugnado antes, hoy en día tenemos acceso a las más avanzadas tecnologías, y a mejores controles de las personas, por lo que, quien rompa la ley, será castigado. Este nuevo régimen de consecuencias permite que se respete caer en lo mal hecho.
Sin olvidar nunca que el nepotismo deberá ser extinguido totalmente de los poderes públicos y para que un familiar directo de un político entre al poder, deberá ser conocido en el poder legislativo (Congreso Nacional).