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PUNTO DE MIRA

Vargas y los tiempos de los JB

Recientemente el presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, anunció que ese partido será dinamizado con acciones de reorganización para afirmar sus estructuras y buscar mejores perspectivas electorales. En los niveles en que está el partido blanco esto parecería una declaración para llenar espacio de prensa, sin embargo, hay posibilidades de mejoría.

El tiempo político actual me recuerda la época en que los JB (Joaquín Balaguer, Juan Bosch y Salvador Jorge Blanco) eran figuras principalísimas de la política nacional. El PRSC y el PLD eran entidades bajo el control absoluto de los viejos dirigentes en tanto que el PRD estaba dirigido por una ringlera de aspiraciones grupales.

Ya se sabe la historia. Esas fricciones entre los perredeístas fueron aprovechadas por los reformistas que los alejó del poder por varios lustros, tuvo un respiro para luego caer de nuevo abatidos por las dificultades internas que un PLD vigoroso contribuyó a segmentar.

La historia del PRD es la división continua. Esto podría cambiar.

Así como para divorciarse hay que casarse, para dividirse debe haber más de uno y en el PRD únicamente el gallo de Vargas Maldonado canta en el gallinero.

No es por el tamaño de la entidad, porque ahí está el PRSC, que es grupito peleonero con varios años pasando en dos grupos opuestos que van a la oposición y al gobierno al mismo tiempo. Ha sido su mérito. Se las arreglan para dominar la ubicuidad. Internamente se pelean pero entran y salen a la dirección del partido como Pedro por su casa.

El anuncio de Vargas Maldonado de que dinamizarán el colectivo se produce en una entidad con una sola voz de mando. En los partidos no existe democracia y quien dirige impone la marcha, los pactos y las candidaturas. Así fue en el PRSC y el PLD y también en el PRD, luego del despelote de Jorge Blanco, que permitió a José Francisco Peña Gómez quedarse con las siglas después de confrontarse con Jacobo Majluta.

Es posible que Vargas Maldonado quiera mantener su PRD en la versión de bolsillo. La edición en tapa dura sale costosa.

El PRD apenas pasó de ser organización minoritaria luego de ser primer partido nacional. Superó el enanismo y requirió la pértiga del poder para quedar en tercer lugar. Es partido famoso venido a menos, pero tiene chance en este confuso panorama actual.

La recuperación a veces se toma tiempo extra.

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