Por el honor y la buena fama

*Dice amigo abogado-investigador, Leonel Martínez, que a los muertos y prisioneros no les puede atacar porque están en la indefensión total. Lo mismo decía don Juan Bosch quien en nota a Rodríguez Demorizi, refiriéndose a Simón Bolívar, advertía que a mayor talla del héroe, mayor la saña de sus detractores”. (a.u.).

YA VAN DOS OCASIONES (y es probable que otras que se me pasaron por H o por R) en que los adversarios políticos han acusado al ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, de tener un trasiego ilegal de asignación de granos importados para enriquecer a otros y a sí mismo. La primera fue al inicio del otro cuatrienio, y esta columna escribió “José Ramón Peralta, no”, pero el apoyo más grande fue de Hipólito Mejía, quien afirmó que conocía “a ese muchacho y a su familia y que él no estaba en eso”. Yo sí conozco a un señor (cuyo nombre me reservo), que es multimillonario y vive denunciando las asignaciones de granos, pero tiene unas diez compañías con nombres distintos que lo último que hacía era hasta traer caraotas o habichuelas negras para venderlas en Haití. Fue durante el gobierno de Leonel, pero dudo que haya dejado la cogioca. Ahora el jefe del equipo agrario del PRD, el señor Faña (seguro que porque no lo han complacido), lanza de nuevo la acusación contra José Ramón Peralta, quien le pidió que se retractara, pero el señor parece un toro de lidia, mantiene su acusación y ha sido sometido ante los tribunales para que demuestre la acusación contra Peralta, y yo le sugiero que no la retire, que ellos sufren de aparecerse con una barra de 100 abogados para hacer el bulto y el chantaje. ¡Que demuestre papeles en manos, acusación! José Ramón debe saber que este tipo de individuos, como decía Jottín Cury, lanzan las versiones porque saben que, la mayoría de las veces, el acusado se quedará callado y no hará nada. ¡A limpiar el honor y la buena fama, pues!

QUIERE DECIR, QUE 88 impolutos intelectuales y ‘personalidades’ de primera (algunos con una cola de aligator), quieren que Danilo renuncie. Danilo sacó más votos que hasta don Juan 1962, y éste escribano ha dicho siempre que Hipólito Mejía, ni ningún presidente, es responsable de que algún funcionario “meta la mano” (y eso: que HM los defendía, como en los casos de Silvio Carrasco, Mercedes y Brito, en el Indhri, Inespre y Bienes Nacionales); pero si es por el caso de la Odebrecht, tanto Joao Santana, como su mujer, Monica Moura, no se han atrevido a mencionar al Presidente, y lo que han dicho es que recibieron dinero del equipo de prensa de Danilo para hacer las campañas, el grupo de los 88 quiere matar dos pájaros de un tiro, mientras defienden con uñas y dientes a algunos de los encartados. Además, ¡que buena es la democracia!, ninguno se atrevió a pedirle la renuncia a Balaguer cuando dijo “la corrupción se detiene en la puerta de mi despacho”, dando a entender que gobernaba rodeado de corruptos. ¡Ahora sí!, Danilo no pisa callos como Balaguer, ni destierra como apestados a quienes se atreven a meterse con él o con su familia, que para él eran sagrados, pues el premio de novela a Viriato Sención tuvo que darlo el gobierno de Leonel, porque Jacqueline Malagón, desconoció al jurado y su fallo. Ahora bien, los corrupticos de aquí se hacen los desentendidos e ignorantes cuando quieren señalar sólo a los presidentes y gobiernos del PLD, cuando la corruptela en estos momentos no sólo es un fenómeno mundial que hasta hizo renunciar al papa Benedicto XVI. Desde que Colón puso un pie en América, llegó la corrupción al extremo que ilustres frailes comenzaron a combatirla como fueron Pedro de Córdoba, Antón de Montesinos y Bartolomé de Las Casas. De modo, que como dijo el director de Aduanas, Ramírez Paniagua, un hombre serio y cristiano, el complot, la trama, ha quedado develada: se quiere tumbar al gobierno que más ha hecho en el país en menos de 5 años (porque Leonel hizo pero fue en 12 años). Sólo tiene que salir uno y lanzar la primera piedra, que se devolverá como un bumerán y lo matará junto con sus compañeros de conspiración. Lo que demuestran estos señores es desesperación e impotencia. Cojan sus partidos y fájense, como le dijo Hipólito a una historiadora.

NO ENTIENDO la política del presidente egipcio, Adelfatah Al Sisi, al menos en eso de seguir a Arabia Saudita y su bloqueo frente a Qatar. Entiendo el plan de la “primavera árabe” y lo de Mursi, porque volver a la sahria, es inconcebible en un país medianamente moderno como lo es Egipto. Arabia aplica esa ley coránica. Pero haber absuelto a Hosni Mubarak y a su hijo, dos corruptos sanguinarios, no le quedó lindo al general y presidente Al Sisi. Los takfiritas egipcios, los que odian más al régimen (y los que tumbaron los aviones que venían de Francia y dos rusos), y Arabia los apoya, entonces, ¿cuál es la política de Al Sisi, cuando cierra la Franja de Gaza, que los judíos sólo permiten 2 horas de energía eléctrica a los palestinos? (seguimos).