Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

PANCARTA

Entre ‘mareos’ y ‘sobornombres’

Avatar del Listín Diario
Raúl Pérez Peña (Bacho)Santo Domingo

2da. entrega

A Pedro Germán Ureña, militar constitucionalista fallecido recientemente, de quien me perdí lo que debió ser una sustancial entrevista sobre su épica participación en la gesta patria de Abril de 1965.

Tarde o temprano la verdad flotará, pésele a quien le pese.

Al pasar los días, nada quedará oculto. A la vuelta del tiempo todo se sabrá.

La sabiduría popular acusa múltiples sentencias sobre la imposible misión de ocultar la verdad.

En este país verdades ocultas afloran repentinamente.

Se sabe de ciertas certezas creídas ocultas.

¿Qué es un ‘sobornombre’? Obviamente el nombre de un sobornado.

Pero también están los “encapuchados” de la OISOE que llevaron al suicidio al arquitecto David Rodríguez, los del Darío Contreras y otras “megaestafas”.

Las líneas precedentes no pertenecen a un texto ajeno. Son autoría de quien suscribe, de reciente publicación.

No creo ser adivino ni tampoco mago.

Pero he publicado una media docena de artículos con este título: “Atrapados y sin salida en el juicio de la historia”.

¿De dónde emanó este profundo convencimiento?

Respuesta categórica: de mi creencia absoluta en el pueblo dominicano, protagonista de la Marcha Verde, histórico movimiento que se inició el 22 de enero, estableciendo un antes y un después bajo la ignominia morada, con la absoluta convicción de que “no hay PLD que dure 100 años, ni pueblo que lo resista”.

Siempre he postulado porque al pueblo dominicano se le reconozca un sitial particular en el mapa latinoamericano, a partir de abril de 1965.

Hasta ahora van cinco marchas: en esta capital, Puerto Plata, Santiago, San Francisco de Macorís y la de Azua. De cada jornada sale fortalecida la consigna: “El pueblo unido jamás será vencido”.

Por esa fe ciega pregono que: “Tarde o temprano la verdad flotará, pésele a quien le pese”. Hoy vemos flotar una calimocha y mínima expresión de esa verdad, envuelta en un gran mareo. No es ni seña del credo.

El pueblo la verá, más temprano que tarde.

Si el lector observa detenidamente, verá al oficialismo buscando un “bajadero” que le facilite salir a camino antes de que le coja la noche.

Tags relacionados