La “lista” Conmoción y pánico

Pánico, es la única palabra con la cual se puede describir la sensación que abate a la comunidad política nacional, a pocas horas de lo que se espera serán revelaciones escandalosas sobre los sobornos recibidos por políticos y empresarios en el caso Odebrecht.

La lista de políticos filtrada a principios de la semana pasada causó una conmoción tal que la jueza de carrera de la Suprema Corte de Justicia, Miriam Germán Brito, pidió no tomarla en cuenta si el caso Odebrecht llega a esa corte.

Al propalar la lista de políticos anteriores y actuales funcionarios públicos y legisladores, sobresalió el caso de Víctor Díaz Rúa, quien fuera ministro de Obras Públicas durante el mandato del doctor Fernández.

Díaz Rúa, odiado por muchos, inclusive por parte de su partido, PLD, del cual es tesorero, se había reunido casualmente con la magistrada, en una actividad social en Ocoa, a la cual se presentó aunque al parecer no estaba convidado.

Podría haber sido sorprendente para los abogados y el público en general que la jueza Germán escribiera la carta al presidente la SCJ, Mariano Germán, dándole calidad a los twits y rumores que circulaban desde el fin de semana y que la vincularan a Díaz Rúa.

La jueza dijo en su carta: “por medio de la presente, solicito, formalmente que, en caso de que el proceso llamado Odebrecht llegue a esta Suprema Corte de Justicia, no ser considerada para ninguna participación ni como juez de Instrucción Especial, ni como miembro del Pleno si llegara el caso”.

El pánico traducido por la magistrada Germán, al pedir que la sacaran del caso, cosa que algunos interpretaron como una incriminación a Díaz Rúa, en cuyo proceso anterior que llegó a la Corte Suprema, ella votó en su contra, no obstante la amistad que los une, ilustra la situación.

La carta de la jueza Germán desató una serie de opiniones entre abogados, políticos y comentaristas, algunos de los cuales defendieron la honra de la magistrada a capa y espada, mientras otros atribuyeron la situación a un plan macabro, de los tantos que se atribuyen al gobierno o a los opositores.

Habla Díaz Rúa Díaz Rúa declaró a la prensa que ciertamente es amigo de la doctora Germán, pero no de la jueza. El exministro de Obras Públicas ha salido con sus ropas “limpias” en más de una ocasión. Una auditoría de la Cámara de Cuentas lo dejó mal parado, pero no fue a juicio.

La presencia de Díaz Rúa en el caso de Odebrecht, como la de otros funcionarios del régimen del doctor Fernández, salpica al expresidente al decir de muchos de los que siguen con puntualidad la situación.

Aunque todavía no se sabe si Díaz Rúa será procesado, pero pocos apuestan por su cabeza. El doctor Fernández, quien es el presidente del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, ha mantenido un silencio total, quizás esperando por el menor daño.

Díaz antes de la profusión de twits y rumores a que hace referencia la magistrada Germán en su carta, llegaron al país desde Brasil varias cajas con legajos contentivos de los nombres de los que recibieron sobornos de la empresa brasileña por US$92 millones.

Al inicio de las indagaciones sobre el caso, el empresario Ángel Rondón, confesó ante la Procuraduría General haber recibido esa cantidad de dinero solo que como comisiones por su gestión de lobby en favor de la empresa para construir numerosas obras públicas.

Una creencia bastante extendida es que se repartió mucho dinero entre funcionarios por decreto, senadores, diputados y hasta empresarios. El nombre de uno que otro de los empresarios, gente de comunión diaria causó sorpresa al público.

La ansiedad de la gente por conocer la evolución de los acontecimientos y cuándo y quiénes serán llamados a la Fiscalía del Distrito Nacional o a la Suprema Corte, según la jurisdicción a que pertenezcan, se avivó al divulgarse que se hacían reparaciones en las instalaciones carcelarias de la primera institución.

Los contrarios a muerte a los que pudieran ser procesados, mayormente relacionados con la Marcha Verde contra la corrupción y la impunidad, se quejaron de esos arreglos, pretendiendo que los posibles procesados deberían tener el mismo trato que la delincuencia común.

Quizás para mantener el sensitivo caso bajo control, el procurador general de la República, Jean A. Rodríguez, emitió una nota lacónica sobre las reparaciones que se hacen en el llamado Palacio de Justicia, atribuyéndolas al empeño en mejorar el sistema carcelario.

Nombran Instructor La Suprema Corte de Justicia encargó al magistrado Francisco Ortega la instrucción del caso de los involucrados en el caso de la Odebrecht, el cual tendrá la encomienda de recoger todos los elementos del caso a los fines de instruir el proceso contra los acusados.

El juez Ortega, un preparado jurista de la carrera, que inició su vida pública como periodista, considerado un hombre manso y racional, recibió fuego de algunos comentaristas porque, supuestamente, es amigo cercano del expresidente Fernández.

Según publicó Diario Libre en su edición sabatina, serán sometidas 15 personas, entre ellas dos senadores y un diputado, de los cuales tres son del Partido Revolucionario Moderno, PRM, y varios del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, seguidores del doctor Fernández.

Aunque los nombres andan de boca en boca en los lugares de reuniones de los dominicanos, los medios escritos no los han divulgado, como han hecho medios interactivos y comentaristas de la radio, que alegan tener fuentes de absoluto crédito.

El lunes pasado bien temprano, fue interrogado en la Procuraduría General el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, supuestamente para que explicara el procedimiento para el financiamiento de las obras construidas por la Odebrecht.

Se dice que Montás había sido requerido por la Procuraduría General varias veces pero que al parecer “problemas de agenda” no le habían permitido acudir. Las declaraciones que ofreció a la prensa a la entrada y a la salida del despacho del Procurador fueron contradictorias.

Una realidad indiscutible es que el público quiere juicios y condena para los que participaron en actos de corrupción. Algunos nombres son recordados por las campañas costosas que llevaron a cabo para ganar postulaciones a la Presidencia, el Senado, cámara de Diputados y Municipios.