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FUERA DE CÁMARA

“You’re fired, Jim”

El Presidente Donald Trump se perfila como un gran Presidente... Por lo menos, no será uno más en la Casa Blanca, y ese solo hecho convierte su administración en el foco de atención de todo el mundo.

Cada cosa que dice, cada cosa que hace, concita los más diversos comentarios... Bastaría observar la atención mundial de su periplo actual por Europa y el Oriente Medio y la batahola que provocó la inesperada destitución de James Comey Jr. como director del FBI.

Jim --como le llaman sus allegados a Comey--, nació en Yonkers, Nueva York, y tiene 57 años. Espigado y atlético, de carácter calmado y abogado de profesión, acumula una trayectoria académica, corporativa y pública del más alto nivel. Fue vicepresidente senior de la empresa de defensa Lockheed Martin, procurador federal en un distrito de Nueva York, Subsecretario de Justicia y Director del FBI.

Posee la preparación, la experiencia y la personalidad para ser presidenciable. Parece que no solamente lo sabía sino que también lo telegrafiaba. Esa fue la causa principal de su desgracia con los núcleos duros del Partido Republicano y el Demócrata que venían pidiendo su cabeza desde el año pasado. En USA los gestores de las instituciones militares y de inteligencia son nombrados por el Presidente, pasan por el asadero del Congreso y vuelven a la Casa Blanca para ser juramentados.

... Su papel protagónico En la rueda de prensa donde afirmó que los hallazgos de las pesquisas sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton no ameritaban ninguna imputación, Comey dio el primer tropezón porque su única función era pasarle el informe a su jefe inmediato.

Luego vino la carta a la Casa de Representantes, eludiendo los canales institucionales y la ley, en la que anunciaba la reapertura de la investigación, tres semanas previas a las elecciones. Y siguió cambiando para decir que no encontró evidencias justificativas para continuarla. En ambos casos, lastimó severamente a los dos candidatos, a uno primero y al otro después.

Hasta ese momento, todo le salió bien porque es probable que Obama no lo removiera de su cargo para no ser acusado de interferir en las votaciones y obstruir la justicia. Tal vez, esto llevó a Comey a considerarse inmune ante la indisciplina y la exposición mediática a costa de sus jefes. Pero finalmente se pasó de listo al declarar que estaba investigando la conexión del círculo de campaña de Trump con las intervenciones de Rusia en las elecciones.

En una comparecencia ante el congreso, el Director de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) afirmó que Rusia llevaba décadas interfiriendo secretamente el proceso electoral de USA. La novedad es que el mundo se acaba de enterar porque Trump está siendo acusado de “complicidad con la costumbre”.

... La molestia de Trump Según el entorno cercano del Presidente, lo que le incomoda no es el tema de la implicación de su equipo con Vladímir Putin, que le da igual, sino el cuestionamiento de la legitimidad de su victoria. Para él, fue algo que se ganó a pulso contra viento y marea dando hasta 5 viajes al Estado de Maine para acreditarse un solo voto electoral.

Por lo general, los organismos monetarios, de auditoría, legales y de seguridad ocupan lugares sin mayor relevancia dentro del organigrama gubernamental, pero en ciertos momentos pueden irrumpir con más poder que el mismo presidente. El problema de Jim Comey es que en él, al frente del FBI, esos instantes eran más frecuentes que escasos.

Eso lo convirtió en un subalterno peligroso que es igual a la suma de las razones por las cuales Trump le dijo: “Jim Comey, you’re fired”...

... Pero el tema es mucho más peliagudo.

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