¡Cuántas burradas!

He insistido siempre en que los medios de comunicación digitales restrinjan los insultos personales y descalificaciones viciosas que se hacen casi siempre bajo la irresponsabilidad del anonimato, pero es poco lo que se logra cuando el propósito es llamar la atención de gente morbosa y sin oficio que se entretiene con semejantes burradas. Soy partidario, en cambio, de que columnas controversiales como estas acojan cualquier opinión contraria que se plantee con el debido respeto --sin importar que esas respuestas sean redactadas en términos duros y concluyentes--, como mismo es el carácter de ella. Pruebas en ese sentido doy con mucha frecuencia. Recuerdo al inolvidable periodista Manuel Severino siendo jefe de Redacción del diario Hoy, hace 36 años, cuyo cesto de la basura debajo de su mesa de trabajo tenía este letrero: ¡Libertad de Prensa!, y allí iba a parar todo el material degradante que llegaba al periódico en aquella campaña electoral áspera de 1986 que enfrentó a Majluta con Balaguer.

Para entonces no existían los “teléfonos inteligentes” --que al mismo tiempo son cámaras y grabadoras brutísimas- -, y mucho menos las redes sociales que digo constituyen un desaguadero de frustraciones y malquerencias del que hace uso cualquier sinoficio protegido por el anonimato aunque sólo sea para fastidiar insultando a los demás. Tal vez estamos pagando el precio de los avances tecnológicos aún sin regular, aunque parece obvio que los deslenguados cibernéticos han ganado espacio al parecer difícil de rescatar por la decencia del debate. Mientras tanto, debemos ser tolerantes frente a la disensión por poco elegante que parezca. Aunque siempre habrá respuestas como estas dos, de Mario Rivadulla y Elba Russo, a propósito de la columna del miércoles sobre el senador José Rafael Vargas…

… Empiezo por la dama “Buenas tardes, César: Después de saludarte, debo confesar que durante tu ausencia me sentí desolada porque tus palabras son el inicio de mis días.“Hoy agradezco, como mocana, tus palabras sobre el doctor José Rafael Vargas y me atrevo a expresar, sin temor a equivocarme, que es el único senador que trabaja ardua e intensamente por su provincia, y que ese trabajo se refleja en todos los operativos que cada mes realiza.“En nombre de los mocanos residentes en Santo Domingo, gracias… Elba Russo”.

Como Elba Ruso, otros ciudadanos mocanos --la mayoría de ellos gente que no tiene compromisos partidarios--, han dado testimonio de la calidad humana, profesional y política del senador Vargas para rechazar acusaciones mendaces vertidas en su contra por representantes de la sedición verde en la provincia Espaillat.

… Lo dice Rivadulla “Apreciado César: Más que merecida la columna que dedicas hoy a José Rafael. Porque las acusaciones contra él son injustas, peregrinas, falsas de toda falsedad… “José Rafael es incapaz de cometer ninguna bajeza. Su vida lo defiende. Es honesto y decente a carta cabal. Luchador incansable por los mejores valores de esta sociedad y el progreso del país. Siempre ha defendido con honor sus principios y convicciones…“…Como bien señalas, su presencia es un lujo en el Senado, como lo fue antes en la Presidencia de Indotel, en su desempeño en su ejercicio profesional como abogado y periodista de alto calibre. Felicitaciones y saludos cordiales, Mario Rivadulla”.José Rafael Vargas no me lo ha dicho, probablemente porque lleva muchos años sin hablarme --¿qué cosa tan grande le habré hecho?--, pero me atrevo en su nombre a dar las gracias a todas las personas que se han comunicado con esta columna para mostrar solidaridad frente a la canallada del Peregrino Comprés al atribuirle perversidades de la que es incapaz. En el caso particular de Mario Rivadulla, sé que entre ese gran periodista cubano-dominicano y el senador mocano existe una vieja relación de amistad y respeto recíprocos…