PUNTO DE MIRA

Trump sentado en su realidad

El pueblo dice que una cosa es con guitarra y otra con violín. En campaña Donald Trump rugía como león encerrado y ahora desacopla sus promesas. No es lo mismo confeti al aire que gobernar. Al llegar a la Casa Blanca y abrir la cajita negra del poder el empresario conoció la realidad de un presidente. Tiene que ajustarse a la existencia. Actuar como político: prometer y luego olvidar lo prometido.

En las redes sociales se baten toda clase se aseveraciones. Ya hasta se dice que estalló la tercera guerra mundial. Mientras, Trump jimiquea a solas porque no le resultó su teatro con China. Su una ringlera de tonterías contra el gigante asiático ruedan por la borda del dinero. Los negocios mandan y el empresario va siendo engullido por la red del poder real.

Los analistas de toda ralea vaticinan una gran guerra. Como si esos temas no fueran secretos, citan numeritos con detalles sobre la composición, poderío y dinero destinado al mantenimiento de los ejércitos del mundo. Se hacen afirmaciones alegres pasando por alto que la guerra es una expresión económica, no un tema de amor. Están atemorizando la humanidad manejando los medios digitales para confundir.

Ningún país árabe podría enfrentar las potencias del mundo. Ahora todos los actos de locura son acciones terroristas. La mencionada ISIS se adueña de los actos criminales para atribuirse fortaleza y los gobernantes occidentales le sirven de eco para solicitar e invertir más dinero en armamentos.

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