Reconoce tu corrupción

Hay un texto en las Sagradas Escrituras del profeta Oseas, capítulo 14, versículo 2 hasta el 10.

Oseas, fue un hombre que debió enfrentar la corrupción, la iniquidad, la maldad que había entre los que guardaban el país, sus líderes y también una gran parte del pueblo, sí quedaba un reto, que no se dañó y no se corrompió y Oseas les decía “reconoce tu iniquidad, reconoce tu corrupción”, y también les decía, “los que están metidos en ese camino no son vacas sagradas”.

Como decía el presidente de la República en su discurso del 27 de Febrero de este año, “no hay vacas sagradas”.

No hay vacas sagradas ante Dios, quien quiera que sea, no se respetarán las vacas sagradas, como en la India, que se respetan las vacas, porque se sienten sagradas.

Ante la corrupción, la impunidad o cualquier otra violación, no debe haber vacas sagradas, todos debemos pasar por lo que son las leyes de un pueblo, su constitución y en último término los mandamientos, los mandamientos éticos, que son válidos para todo el mundo.

Reconoce tu corrupción, porque no hay vacas sagradas.

Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.