Un ‘NO’ contundente

El retiro de la oposición del diálogo que modera Agripino Núñez, muestra la incapacidad de esos grupos para manejar con alguna habilidad y coherencia el escenario político nacional, que en la coyuntura controla el partido oficial, el PLD.

El planteamiento que aduce la oposición para motivar el ‘retiro’ es que tiene ‘informes’ y la ‘percepción’ de que los peledeístas, mayoritarios en el Senado, van a nombrar los titulares de la Junta Central Electoral que ‘les dé la gana’, no los que pretenden imponer la mancuerna, oposición-empresarios-sociedad civil.

Esa complicidad, de una oposición que por momentos parece una torre de Babel, con sectores del empresariado metidos a políticos y de una sociedad civil claramente tendenciada y beligerante contra el oficialismo, ha identificado las denominaciones de ‘perfiles’, ‘independientes’, ‘apolíticos’ para etiquetar a los hombres y/o mujeres que ellos entienden, y pretenden, deben conformar la matrícula de la JCE, el Tribunal Superior Electoral, la Cámara de Cuentas y, luego, las denominadas altas Cortes de Justicia.

¿Quiénes decidirían, en ese esquema pretendido, los idóneos para conjugar los atributos y ‘perfiles’ exigidos? Pues los mismos que los proponen, claro, echando por suelo los perfiles institucionales que establece la Constitución para optar por alguna de esas posiciones.

Mis fuentes me refieren que el retiro de la oposición del diálogo fue decidido unilateralmente por el sector de la cúpula del PRM que dirige Luis Abinader, tan torpemente que pusieron a monseñor Núñez Collado en una incómoda situación, al no contactarlo antes de hacer su anuncio en conferencia de prensa.

Una vez ‘ejecutada’ la decisión, unos -que necesariamente no estaban de acuerdo, por lo menos con la forma que se hizo el retiro- se vieron ‘forzados’ a apoyar el paso dado para evitar evidenciar una ruptura el ciernes en ese conglomerado, y otros, los más pequeños, aprovecharon el escenario brindado para mantenerse ‘en el medio’, en los titulares periodísticos.

De ahí, entonces, las ‘presiones’ de los grupos del empresariado privado metidos a políticos y de los tendenciados sectores de la ‘sociedad civil’, en demanda de que los opositores vuelvan a la mesa de las conversaciones, en la PUCMM.

En el ínterin, el intento de involucrar directamente al presidente Danilo Medina en la discusión político-partidista no podía recibir otra respuesta que la dada este lunes por el influyente ministro administrativo, José Ramón Peralta:

Un ‘NO’, claro y contundente. Publica todos los miércoles