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ASUNTOS DE DERECHO

Diable diplomate: Talleyrand

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Matías Modesto Del Rosario HijoSanto Domingo

El diplomático “Diablo” o también llamado “el diablo cojo”, Prince Charles Maurice de Talleyrand, personaje cínico y corrupto, dotado de una inteligencia superior, que es también el mejor diplomático que ha tenido Francia. Traicionó todos los regímenes que servía, pero nunca los mejores intereses del Estado. Obispo agnóstico, que apoya la revolución sin escrúpulos, instala Bonaparte al poder, conspirara contra el emperador, que se niega a escuchar sus consejos de moderación, y dedicará el resto de su vida para restaurar Francia al corazón de Hacienda Europea.

Tenía un pie zambo, de ahí su apodo de “diablo cojo” y una mala reputación, con razón y sin ella. Primogénito de la gran familia aristocrática de Talleyrand-Périgord, Charles-Maurice creció en la sociedad refinada del antiguo régimen. Impedido de entrar en una carrera militar debido a una deformidad del pie, se redirecciona a la Iglesia a pesar de no tener vocación religiosa. Entre los 16 años en Saint-Sulpice, ordenado sacerdote a los 24, se convirtió en agente general del clero de Francia. Se entera de los mecanismos de financiación y descubre la importancia de la propiedad de la iglesia. En enero de 1791 Talleyrand renunció como obispo. Los acontecimientos se sucedieron rápidamente. La monarquía fue derrocada el 10 de agosto de 1792. La caída de Robespierre lo convenció para volver al redil. El 16 de julio de 1797, con motivo de una reorganización, resulta canciller. Se muestra por encima de todos los implicados en el equilibrio europeo y hostil a las conquistas.

Lanzó la idea de una campaña de Egipto para luchar contra Inglaterra en el bloqueo de la ruta a la India. Doblemente inteligente, que halaga el sueño oriental de Bonaparte al tiempo que lo introduce en un proyecto sin sentido. La campaña de Egipto resultó ser una trampa, pero los arreglos generales para volver a ganar en París, fueron con el objetivo de: conquistar el poder. Talleyrand entiende que este carácter excepcional marcará la historia. “El aire está lleno de dagas! “decía Fouché, ministro de Policía. Talleyrand, aconseja dar un ejemplo deteniendo el “último Conde”, incluso si el joven duque no estaba implicado en la conspiración. Bonaparte decidió asesinar al duque de Enghien. Esta ejecución sumaria mueve toda Francia, e indigna Europa y todas las cabezas coronadas se confabulan contra el emperador, Talleyrand jugó sus fichas, Una acción que será eternamente recordada.

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