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EL ROEDOR

La perla, ¿quién puso a Danilo Medina?

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Aristófanes UrbáezSanto Domingo

1.- Los hechos: “Anteayer, jueves, fueron condenados a ‘cadena perpetua’ 28 asesinos de ‘La Perla’, en Córdoba, Argentina, en un juicio de lesa humanidad que se llevaba cabo contra 43 militares (11 murieron antes de la sentencia), por 776 muertos y desaparecidos en esa prisión cuando el ‘Plan Cóndor’, durante la dictadura militar que comenzó en 1975 con el general Videla y su cohorte. 279, pese a los interrogatorios y testigos, todavía no han aparecido, ni muertos, ni vivos. Todas las mujeres y varios hombres fueron violados y los bebés nacidos robados. Hay algunos uniformados (“la ropa mágica”, le decía Balaguer), que en medio de conflictos sociales les sale la psicopatía. Hay que educar para la democracia, y decirles a los militares, de aquí y de cualquier país, que quien la hace la paga, sino en ellos, será en sus hijos y familiares. (a.u.).

2.- EL PRESIDENTE Danilo Medina recurrió a Dios en la Asamblea Nacional, pidiéndole que le dé “sencillez, humildad, y no prepotencia” durante este cuatrienio. Los que conocemos a Danilo, sabemos que su pedimento fue sincero; y nos consta, también, que el presidente Medina no aplicó la “aplanadora” con los nombrados por Leonel Fernández en los niveles medios, sino que algunos sí fueron cancelados porque había que nombrar los “mano derecha” de los nuevos ejecutivos (y es natural que durante los cambios de gobierno, en cualquier parte, gente salga y otros ocupen su lugar, aunque gobierne el mismo partido). Pero el gobierno de Danilo creó empleos donde se ocuparon miles que no tenían trabajo. En las campañas políticas la gente sirve para todo (captar simpatizantes), fondos, acarreos, manejar, hacer cruzacalles; hay amigos de más confianza que otros; asesores, consultores, otros, amigos de toda la vida, y recién llegados, que se ganan la buena voluntad y el puesto porque trabajan con mucho entusiasmo y energía, etc. Lo que no cabe en la cabeza con sesos son las versiones o anécdotas oídas de otros presidentes. Como, por ej., que un mocano que le dijo a Jorge Blanco cuando le pedía un puesto: “Y yo te di la Presidencia con la fórmula de que voten 13 en los comités de bases”; o “toma esas tres maletas y gana, que yo nunca pierdo elecciones”. El Escribano no es tonto y sin ser “político profesional”, conoce de esto.

3.- DANILO SE PUSO él mismo: se fue del Palacio, votó en el 2008 por Leonel (que todos vimos el voto; no lo anularon quizás porque era él); me derrotó el Estado (en las internas) y se buscó a Bichara para el Sector Externo. Él armó su muñeco. Ningún funcionario lo puso, y no es verdad que 4 ó 5 de esos jerarcas, les han pedido a Dios “que le dé “humildad, sencillez, tolerancia y no prepotencia”, como hizo en la Asamblea Nacional porque no son todos, ni la mayoría, pero hay unos ‘prepotentes’ que ni ellos mismos se soportan (lo dice uno que no le gusta visitar oficinas públicas.) No es verdad que esa gente ha puesto a Danilo, ni le buscó 3 millones de votos. Los votos los buscó Danilo con su trabajo, porque solo había que comparar los lugares donde él marchaba y estaba, con los que hacían los demás candidatos sin la presencia de él. ¡Y eso: que cuando comenzó la campaña en 2012 no lo conocieron (no sabían quién era, a.u.) en un campo de Miches! (digo, Eugenio).

4.- DANILO CONOCÍA su mecánica de trabajo, porque siempre fue “jefe de campaña” de Leonel, y cuando comenzaban las caravanas, tenía una frase no muy cristiana: “¡Arranca diablo!” (a Luis Inchausti), y todo se movía a la perfección. En cuanto al carisma y los discursos, demostró que por algo era jefe de campaña, por algo lo elevaron al Comité Político y por algo fue presidente de la Cámara de Diputados (renunció); además, porque ascendió todos los escalones del PLD, uno por uno. Danilo Medina, tiene algo que muchos peledeístas escasamente arañan. En las reuniones, sean de muchos o de pocos, oye a todo el mundo y él concluye con un resumen. Así lo hacía cuando era Activista Nacional y lo sigue haciendo. Y lo demás, se lo dio el PLD y el pueblo dominicano. Mi santa Emperatriz lo decía, aunque no sé dónde le oyó, porque salí memorioso a ella: “Aquí, cualquier campesino da para arzobispo”. No es verdad, como creen algunos. Es al revés: ¡Danilo los llevó a ellos! ¿Y no fue eso lo que hizo con el Comité Político y los legisladores? Si el burro coge otro camino; entonces la culpa es del burro; no de él.

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