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Con buen pie

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Luis Encarnación PimentelSanto Domingo

Con lo de “escobita nueva” aparte, la visita del recién instalado alcalde David Collado al presidente Danilo Medina al Palacio Nacional no estaría marcando un precedente, pero sin dudas que se envía una muy buena señal de cómo serian las relaciones entre las dos instancias oficiales, donde debe primar la colaboración y la coordinación, si se quiere que las cosas salgan bien y que no haya choques de funciones.

El hecho de que tras el encuentro con el jefe de Estado el joven funcionario --en una especie de “manos a la obra”-- inmediatamente se reuniera con el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, para coordinar los trabajos y acciones de las dos instituciones en el perímetro del Distrito Nacional, pone de manifiesto que hay el interés de pasar de la intención a la acción. Poniendo a un lado el color y los intereses del partido al que pertenece cada una de las partes en diálogo, ha primado la inteligencia, la madurez y la civilidad política, con lo que no solo ganan los protagonistas, sino primeramente la ciudad, los mancipes a beneficiarse del buen servicio.

El alcalde Collado --y al margen de que esté bien asesorado y tengo buenos padrinos-- ha comenzado con buen pie, tocando y abriendo puertas, comenzando por la vía ancha del asiento del Ejecutivo, sin cerrarse caminos que le puedan conducir a una gestión municipal exitosa. Eso solo es inteligente de su parte (recuerden la tesis de “la oveja mansa”), porque puede ir ganando espacio como figura política y serle de provecho a futuro.

A alguna gente pudiera extrañarle que el alcalde --inscrito en la boleta del PRSC, debido a un “tranque” entre Fello y el PRM-- no acudiera al encuentro de Palacio (hubo coincidencia de “corbatas azules”) acompañado de una que otra figura de su organización política, pero pasarían por alto que el hombre, desde un primer momento en que fue a la JCE a buscar su pergamino de elección y los demás compañeros, no lo hicieron, se habría querido diferenciar del montón del PRM y del PRSC.

Incluso, hasta de algunas “líneas” bajadas, que --a decir de muchos-- no serían las más afortunadas ni las más inteligentes para una organización y un candidato que, frente al 35% sacado en las urnas, le asisten jugar un rol institucional muy importante como contrapeso de oposición. Y lo cierto es que la madurez y la mesura que no han tenido otros muy veteranos provenientes del PRD y ahora en el PRM, las ha exhibido el joven David Collado, desde su campaña, que fue propositiva y sin atacar con fiereza a nadie. Con mayor razón después de recibir de Roberto Salcedo el “bastón de mando” de la parte simbólica del gobierno de la capital.

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