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EL BULEVAR DE LA VIDA

La visita

EL MEJOR ALCALDE ES... Con su visita al presidente Danilo Medina, David Collado sigue haciendo -correctamente-, lo que -erróneamente- no ha sido capaz de hacer su partido: reconocer el triunfo del Presidente, asumir con humildad el suyo y unir esfuerzos con el Poder Ejecutivo, en el entendido de que el mejor alcalde de la capital siempre ha sido el ministro de obras públicas y el encargado de la OISOE, con la bendición del Presidente. Fello Suberbí y su buena relación con el presidente Balaguer lo supo; y lo supo Roberto Salcedo en amores full con Díaz Rúa, bendecido siempre, off course, por el profesor Fernández Reyna. El mejor alcalde de la capital será quien cuente con el apoyo y la colaboración del Poder Ejecutivo, que al incumplir el mandato legal de entregar a los ayuntamientos del país el 10 por ciento de sus ingresos, tiene en sus manos la llave de una buena o mala alcaldía, vía Presupuesto.

UN RESGUARDO DE LUJO David Collado, cual si fuera el nuevo líder del PRM, se presentó a Palacio e hizo lo que tenía que hacer, que es lo que debió de hacer y no hizo la dirección de su partido. Con su actitud, y sin pretenderlo, Collado asumió el rol de líder de un partido que aún no es partido pero puede que sea, y mientras tanto merece el reconocimiento por haber obtenido el 35% de los votos en las pasadas elecciones. David fue a Palacio a recabar la colaboración del mandatario para echar hacia delante sus planes como alcalde, para que el apoyo de Gonzalo Castillo desde el ministerio no cese, y de paso, para tranquilizar al PLD -y personalmente a Medina- en cuanto a no aplicar “la aplanadora” a los casi cinco mil empleados del ayuntamiento, la mayoría de ellos miembros o vinculados al PLD.

SIN APLANADORA Ese tema de la aplanadora, o sea, el de los peledeístas que con la derrota de Roberto Salcedo podrían perder su trabajo en el ADN, preocupa mucho a un PLD que, contrario a otras elecciones en las que puso su eficiente maquinaria electoral (con sus trucos y juegos pesados) al servicio de su candidato, en esta ocasión le “haló la alfombra”, y de la peor manera, pues si quien me apoyó siempre, apoya a mi adversario, entonces, es que estoy “frito”, pues he perdido dos veces, “y así no hay pollo que llegue a gallo”... ni síndico que siga siendo alcalde. (Así de graves son las contradicciones a lo interno del PLD. Un pleito que sólo las mieles del poder neutralizan y disimulan, pero “la flecha está en el aire”. Estén atentos).

APOYOS Y BENDICIONES Con su visita al mandatario, David vuelve a demostrar la utilidad de dejarse asesorar, y las ventajas de ser humilde en la victoria. San José Sánchez, embelesado frente al mar y los ojos de la María del Pilar, se preguntaba “¿a dónde irán los besos que no damos?” Así, nada romántico, pregunta uno, ¿hacia dónde va esta alcaldía de Collado, si cuenta con el padrinazgo del Grupo Vicini y la bendición del Poder Ejecutivo? Sólo el tiempo dirá. Pero eso sí, para que conste en acta, les recuerdo que las crisis generan liderazgos y el país, -superado los efectos de aquel año “vivido en peligro”- hace doce que navega con el viento de la estabilidad macroeconómica a su favor. En 2020, el PLD habrá gobernado 20 años, 16 de ellos de manera continua; y aunque disimulada hoy, para entonces, su crisis interna podía llegar hasta la fragmentación, pues Leonel Fernández no envía señales de que no intentará volver, mientras se habla de que el Presidente Medina podía seguir, y si fuera poco, alucinados por el síndrome LF-1996, “15 de cada 10” dirigentes del PLD se consideran con méritos para ser candidato presidencial. Es en este posible escenario donde surge el nombre de David Collado. En su visita a Palacio, el joven alcalde ha mostrado sus mejores credenciales, en la mejor compañía y con las mejores bendiciones.

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