UN MOMENTO
Día del Padre
Recordemos este domingo, último de julio, el Día del Padre. En otros países se celebra en otros días. Recordemos, también, cómo este Día del Padre nació para reconocer a los padres. El Día de las Madres se celebraba desde hacía muchos años, y reconocer al padre, por su papel, por su entrega, por su amor, por su responsabilidad es aceptar una realidad de la vida y una necesidad de la vida. Dolorosamente, la historia nos enseña que en nuestro país muchos padres no le han dado el valor a ese nombre de padre, a esa responsabilidad. Como se dice popularmente “han tenido hijos, pero no han sido padres”. Pero el Día del Padre nos recuerda a todos los padres, que son verdaderamente padres, que no solamente tienen hijos, sino que los cuidan, que los atienden, que saben ser responsables, y recordemos que la figura del padre es clave y fundamental... es necesaria en la vida. Por eso, un corazón de hombre que se divide con otras cosas, es un corazón de hombre que hace mucho daño a la humanidad; y uno que es padre, que es cabeza de su hogar, cuánto bien hace, cuánta base está poniendo para el futuro de la sociedad y de sus hijos. ¡Felicidades padres! Felicidades a los padres auténticos, felicidades a los padres que saben lo que es la paternidad. Felicidades porque son felices cuando son auténticamente padres de sus hijos y sus hijas.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.