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PLD, cohabitación y realismo político

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JULIO ANÍBAL FERNANDEZ JAVIERSanto Domingo

La cohabitación es una fórmula política creada por el genio político francés que siempre ejerce la actividad política como ciencia y arte al mismo tiempo, donde las dos principales figuras políticas de la vida institucional (el Presidente y el Primer Ministro), son a la vez aliados y adversarios, que manejan con sumo cuidado y sutileza las naturales contradicciones política, de tal manera que las mismas no alteren el necesario ejercicio gubernamental ni el equilibrio político de la nación.

Nace en los últimos años de la Quinta República Francesa y se produce en tres ocasiones diferentes; la primera en 1986, cuando FranÁois Mitterrand, Presidente Socialista, es derrotado por la derecha en las elecciones legislativa de 1986 y tiene que escoger como Primer Ministro a Jacques Chirac, líder de la derecha clásica francesa, hasta las elecciones presidenciales del año 1988, donde se enfrenta a Chirac y lo derrota, logrando recuperar la mayoría parlamentaria y sustituir a Jacques Chirac por el Primer Ministro Socialista Michel Rocard.

El segundo período de cohabitación se produjo en el año 1993, cuando de nuevo la izquierda es batida en las elecciones parlamentaria por la derecha y FranÁois Mitterrand, aún Presidente de la República, debe escoger entre los dos líderes principales de la derecha del momento: Edouard Balladur y Jacques Chirac, escogiendo al primero en detrimento del segundo, luego los socialistas eligen como candidato presidencial a Lionel Jospin, que es derrotado por Jacques Chirac en las elecciones presidenciales del año 1995.

La tercera cohabitación política se produce luego de que el Presidente Jaques Chirac electo en 1995, aplica una seria política de choque que sumen a toda Francia en la movilización y en el descontento popular generalizado contra el gobierno, en una maniobra política tendente a recuperar la confianza de la población disuelve la Asamblea Nacional y convoca, en un plazo de noventa días, a nuevas elecciones congresuales donde resulta derrotado por la izquierda socialista y es electo como Primer Ministro Lionel Jospin, líder de la denominada izquierda plural, en 1997 constituyendo este en el más largo periodo de cohabitación hasta el año 2002.

Esta modalidad. permitió a la República Francesa la continuidad de su vida institucional. durante casi diez años intercalado. Es por ello que es el mecanismo que pareciera más conveniente aplicar al Partido de la Liberación Dominicana para administrar la presencia en su seno de dos liderazgos que por su peso y gravitación podrían inevitablemente conducir a esta organización política a la confrontación interna y a sus nefastas consecuencias.

Si fuerzas políticas encontradas y líderes políticos de diferentes corrientes ideológicas fueron capaces de ponerse de acuerdo en Francia, a través del mecanismo de la cohabitación política, con mayor razón dos líderes de un mismo partido, que han conducidos su organización de manera victoriosa y han sido ellos mismo exitosos en términos electorales y en la conducción del estado, pueden cohabitar sin mayores dificultades como es el caso de Danilo Medina y Leonel Fernandez en el Partido de la Liberación Dominicana.

Los resultados de la última reunión del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, pudiera ser el inicio de un verdadero cambio de acción política interna en ese partido entre sus dos principales líderes.

Están equivocados los periodistas y analistas políticos interesados que pregonan la caída del Doctor Leonel Fernández, y el final de su liderazgo político, olvidan las cualidades y las realizaciones que el mismo posee en su fructífera vida de militante y dirigente del PLD, y como ex Jefe de Estado que condujo los destinos nacionales en tres períodos presidenciales, que cuenta con apena 62 años de edad, se encuentra en la plenitud de su desarrollo intelectual y en disfrute de una extraordinaria salud.

Parecería ser, que ambos líderes, han tomado conciencia recíproca de la necesidad de su coexistencia pacífica y armónica en el Partido de la Liberación Dominicana, y que combinando sus roles, uno a la cabeza de la Jefatura del Estado y el otro en la dirección del Partido pueden ofrecer un mejor servicio al partido y la nación, que desarrollando una política de confrontación interna de baja intensidad que a la larga puede dar al traste con el exitoso desempeño electoral que ha tenido la organización política a la que ambos pertenecen.

En momento en que a nivel internacional el terrorismo, amenaza con destruir la estabilidad política de muchos países, y que líderes populistas en otras naciones ponen en juego la buena gobernanza, y que se pronostica el resurgimiento de una nueva crisis económica, los dos líderes principales del PLD y del país, no pueden permitir que por un manejo poco inteligente de contradicciones naturales, se ponga en juego la estabilidad política, el crecimiento económico la política social.

Sin duda alguna, que cohabitación entre estos líderes sería una garantía de estabilidad política en el país, y de cohesión interna del Partido de la Liberación Dominicana, que le augura continuar cosechando los triunfos que hasta el momento ha venido obteniendo.

Finalmente sin confrontación durante todo el presente periodo presidencial permitiría al Presidente Danilo Medina Sánchez la aplicación de su programa de gobierno, que mejoraría sin duda la calidad de vida de todos los dominicanos, y le permitiría al PLD un óptimo desempeño electoral en las elecciones del año 2020, reteniendo el poder y garantizando al Presidente Medina un merecido retorno en paz y tranquilidad al seno de su familia, que según sus propias declaraciones, tanto anhela para sus días futuros.

El autor es abogado y master en Ciencia Política.

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