UNA VISIÓN
Situación económica y la nueva DGII
Los fondos que el Estado ha percibido a través de la emisión de bonos han traído como consecuencia una deuda que los ingresos actuales del Estado no pueden hacer frente. En gobiernos anteriores se pedían prestamos Stand By para que el financiamiento estuviera estructurado por la misma prestadora, y así el origen de los pagos estructurado. Que es lo malo, que ahora mismo lo importante es percibir los fondos para pagar, sin plantear claramente al pueblo cómo se están haciendo.
Pero no todo es malo, el país ha recibido fondos y beneficios en estos años que le suman a la capacidad de pago, ya que hace unos años, pudieron pagar la deuda vigente de Petrocaribe, lo que se logró con un descuento por pronto saldo.
También el Estado puede manejar los pagos descontándolo de otras carteras y beneficios proyectados por recaudaciones, y aunque es una proyección especulativa, tiene la ventaja sobre los acuerdos Stand By, de que no le obligan a subir los combustibles y demás asuntos con la tasa del dólar, los cuales restringen mucho el manejo de la empresa que es el Estado.
Punta Catalina El problema con la planta de Punta Catalina, aparte de la sobrevaluación planteada por muchos, es que no se pudo financiar. Los bancos no entendían que tuvieramos la capacidad de pago para comprometernos con un proyecto tan costoso, y/o que financiar una obra de un costo tan alto costo y unos beneficios a largo plazo, le debe dar pocas motivaciones para someterse a financiarlo.
La planta puede terminar privatizada una vez terminada, y aunque se compraría para pérdida del Estado, podría incentivar a los empresarios a incurrir en este tipo de energía. Lo único es que ya hay parques eólicos y de energía solar, que es una energía más limpia, lo cual puede ser más interesante para los inversionistas que piensan a muy largo plazo.
Lo que si entendemos es que esta planta, y los nuevos proyectos privados de energía solar, abaratarán los costos de la energía, siempre y cuando controlemos la tasa del dólar, la cual está subiendo debido a los compromisos en dólares del Estado, y cuando la demanda del dólar sube, sube la tasa.
DGII Los retos que enfrenta el nuevo director de la DGII, Lic. Magín Díaz son abismales. El Estado necesita muchos fondos para el pago de deudas por infraestructuras, que aunque han sido más que las que el bolsillo dominicano aguanta, algunas han resultado para el dinamismo económico y la mejoría de la calidad de vida.
Este nuevo director de la DGII promete mucho, ya que es uno de los grandes asesores impositivos del gobierno de los últimos 10 años, y conoce las intríngulis de los cobros y pagos del Estado por su rol anterior en Hacienda.
Esperemos Dios le dé sabiduría y prudencia, para que pueda consensuar un pacto fiscal, que ayude al Estado y dinamice la economía dominicana.