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FUERA DE CÁMARA

Al maestro… ¡con cariño!

A los artistas se les comprende en la sublimidad del alma, se les idolatra hasta la pasión inexplicable, se les admira más allá de lo racional. Pero también ellos, los artistas, tienen el compromiso de honrar el cariño que les prodigan los pueblos a cambio de su arte...

...Por eso Manuel Jiménez no debería confundirse al transgredir los límites de su arte tan exquisito para chapalotear en el cieno de la política más ambiciosa, cruel y descarnada. Ese espacio está vedado a un hombre de su finura intelectual, de su nobleza de alma, de su esencia poética.

A Manuel no lo conozco más allá de su expresión artística y de una o dos veces que hemos coincidido en un plató de televisión. Pero no hay que intimar con él para identificar al vuelo la pureza de su alma, su decencia y educación, el respeto que pródiga al prójimo.

Por más que lo intento, no hallo forma de entender la actitud errónea de Manuel Jiménez en esta coyuntura política donde se juega su prestigio como artista, el reconocimiento de la gente que lo quiere por encima de las pasiones partidarias, de los cargos públicos y de las miserias circunstanciales.

Que Manuel esté ofreciendo un espectáculo tan penoso e incivil --ocupando un templo religioso para ponerse en huelga de hambre porque dizque le robaron el triunfo electoral--, no parece que se corresponda con la imagen que la gente tiene de él.

...Un error tras otro

Manuel Jiménez fue por más de treinta años militante del Partido de la Liberación DominicanaÖ El primero de sus errores.

Se entienden las inquietudes sociales de un artista como Manuel, pero la militancia partidista siempre pone distancia con segmentos importantes de la población que se identifican con el arte y no necesariamente con las preferencias partidarias de los artistas.

O sea, no es conjugable la condición de artista con la de dirigente político, lo cual no quiere decir que el arte le está vedado a los políticos, pero sí el partidismo a los artistas...

...Hay facetas del arte que se han expresado siempre a través de la política, de corrientes ideológicas, de tendencias religiosas. Pero las viceversas regularmente resultan catastróficas para sus exponentes.

En el caso de Manuel, la política le ha robado espacio al artista en tanto se fue destacando como militante y luego dirigente del PLD... La diputación por diez años fue apagando al letrista y cantor...

ÖUn error aún mayor

Si se dedicó exclusivamente a la política, era ése su privilegio si es que tenía conciencia plena de que no podía desdoblarse en roles incompatibles. De haber sido el caso, de forma ingenua e infantil perdió el norte y se dejó desquiciar por el ruido de la calle.

Cuando cambió las tablas por el partidismo y la curul congresional, Manuel tenía que enfocarse en su carrera política y actuar con inteligencia para no encharcarse en las patas de los caballos.

Era legítima su aspiración a la alcaldía de Santo Domingo Este, su región, pero debió ponerse en fila detrás de Juan de los Santos. De haberlo hecho, fuera hoy alcalde electo y probablemente el candidato más votado de las pasadas eleccionesÖ

Pero comete ahora su mayor error: ¡una lucha infame por un cargo que no ganó!

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