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¿Existe una economía sumergida?

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Daris Javier CuevasSanto Domingo

Si a un economista le preguntaran su parecer sobre la dinámica de la economía de su país, es muy probable que su respuesta estaría acorde con una explicación sustentada en la teoría económica ya que ésta desarrolla un conjunto de leyes, modelos que interpretan la realidad, de modo que a partir de éstos se pueden hacer análisis y predicciones de lo que puede ocurrir si se mantienen las condiciones iniciales. Esto así, ya que la teoría económica proporciona a los economistas un esquema de la forma como funciona un sistema económico, es decir, las causas y efectos de los fenómenos económicos.

Pero es que los economistas utilizan modelos para describir los fenómenos económicos y para comprender la forma en que los cambios en algunas variables afectan a otras de mayor interés. Es por tal razón que el uso de los conocimientos de la teoría económica para diseñar un conjunto de medidas o normas para modificar la realidad, a través del uso de instrumentos de política, se canalizan vía la política económica que es la estrategia que formulan los gobiernos para conducir la economía de los países, esto así, ya que desde hace muchos años, los economistas han puesto interés en mejorar la política económica de los gobiernos, sustentada en herramientas que se relacionan con las políticas fiscal, monetaria, cambiaria, etc., por lo que, la teoría económica es el puente entre los modelos económicos y el mundo real.

Pero dado que los economistas están conscientes que deben sopesar cuidadosamente las limitaciones de los datos que utilizan, surge la interrogante: ¿Qué factores pueden explicar los cambios en cualquier variable económica analizada? Una reflexión detenida permite concluir que uno de los desafíos más grandes que enfrentan los economistas es identificar si una variable tiene un impacto causal sobre otra. Es en tal sentido que con el fin de explicar los datos y variables económicas, es necesario recurrir a la teoría económica ya que la misma permite una explicación de cómo funciona la economía, o parte de ella, fruto de que son abstracciones que permiten interpretar la dinámica microeconómica y macroeconómica, como es el PIB.

Pero resulta que si bien es cierto que la variable PIB explica el valor total de todos los bienes y servicios producidos en un país durante un período de tiempo determinado, no menos cierto es que solo es aplicable a la economía formal, pues también se producen movimientos en la economía que no logran ser cuantificado en el PIB, y a esto se le denomina economía sumergida. En efecto, en el mundo real existe una economía sumergida incuantificada y que la teoría económica no tiene una explicación concreta de su dinámica, sin embargo, por su naturaleza ilegal y dimensión de sus actividades, esta impacta en la economía formal y la distorsiona, esto es el crimen organizado.

Un análisis del impacto económico del narcotráfico podría arrojarnos los efectos que sobre la economía ha tenido estos negocios ilícitos y sus distorsiones en los precios de algunos bienes de la economía legal y que favorece la reproducción del crimen organizado en cada país. Para que se tenga una idea del poder económico que el crimen organizado trasnacional ha alcanzado, solo hay que observar las ganancias derivadas de las operaciones ilícitas que alcanzan el 3,8% anual del PIB mundial, lo que en términos absolutos equivale a un 2.1 billones de dólares, de los cuales logran lavar hasta el 70% en el sistema financiero mundial. En adición, ese crimen organizado trasnacional lava sus ganancias, en un 38% en los mercados financieros del continente americano; un 31% en la región Asia-Pacífico; en Europa, 26%; en África y Oriente Medio, 5%, y que en promedio, al año en el sistema financiero de Estados Unidos se estaría lavando 10 mil millones de dólares; en el europeo, 7 mil millones; en el Caribe, en promedio se lavan 3.3 mil millones de dólares; en Suramérica, 2.5 mil millones de dólares y en África occidental, 2 mil millones de dólares, según el GAFI.

La dimensión de la economía sumergida involucra todo tipo de operaciones ilícitas cuyas actividades es una empresa que les representa un negocio muy fructífero, el cual tiene su máxima expresión en el incremento de que “1 kilo de hoja de coca con valor de 1.30 dólares en la selva colombiana a 330,000 dólares en venta por gramo de cocaína en las calles de USA”. Más aun, cerca de US$970.000 millones se lavan en el mundo al año y de estos, US$350.000 millones se originan en tráfico de drogas y US$280.000 en tráfico de armas, pero a su vez, el narcotráfico aprovecha las facilidades derivadas de la globalización para colocar sus ganancias en los paraísos fiscales, las cuales se blanquean al año alrededor de 750 mil millones de dólares, lo que pone en evidencia la existencia de una economía paralela y donde se observa que el narcotráfico está potenciando muchas economías, cuyas consecuencias, repercuten en cuatro aspectos importantes como es lo social, por que captan personas desempleadas; en lo económico porque es una amenaza a los mercados financieros; en lo político porque perfora las estructuras de poder e incide en el contexto geopolítico y en lo jurídico porque permea las decisiones de los jueces. Ese es el riesgo que afecta la sociedad global de hoy.

El autor es economista.

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