Absurdo crecimiento delincuencial

Es muy triste que nuestra Patria esté inundada de jóvenes sin valores, considerando que en sus casas, como en sus chozas, sus progenitores, casi siempre separados, no enseñan a sus hijos, porque ni les interesa, ni saben nada al respecto. Todo indica que muchísimos hombres dominicanos, sin ningún conocimiento, después de varios años se cansan de la madre y de sus hijos y construyen otro hogar, que de ningún modo se le puede llamar de esta forma. El hogar, no tiene que ser una casa lujosa, ni otra pequeña, sin ausencias; lo que sí tiene que existir aunque sea una habitación, es un espacio con parejas llenas de amor y de principios morales, como base de la dignidad y del honor, que le urgen al dominicano, porque la decencia es el gran requerimiento de la Patria.

El Gobierno Nacional, debe de iniciar con gran urgencia la enseñanza de valores morales a través de la televisión, consciente que los paupérrimos nacionales, pueden no tener para comer, pero en los sectores con alumbrado eléctrico, en casas y en chozas verás un pequeño televisor; considerando que todo ser humano necesita distracción, y más siendo esa la más económica en circunstancias de nuestra pobreza. Existen subterfugios variables para la pobreza nuestra, que abarca todo el territorio dominicano; en muchas ocasiones ellos tiran alambres eléctricos de casas pudientes a sus pequeñas viviendas, para poder alumbrarse. Es tristísima la pobreza extrema nacional; considero que quien ame su Patria, debe ayudar, porque es una carga demasiado grande, para cualquier gobierno; consciente que falta el efectivo en nuestro país, mientras el endeudamiento crece. A pesar de tantas tristezas, el Estado dominicano debe prestarles ayuda a los paupérrimos hambrientos dominicanos, con sus hijos en completa ignorancia; por constituirse en verdades que inciden en mayor delincuencia inexistente anteriormente.

¿Dominicanos, qué esperamos de nuestro país? No aguardemos por nada maravilloso, con circunstancias tan dolorosas. Invito a varios escritores a unirse a estos criterios obligados, para tener un verdadero crecimiento, que son los conocimientos, porque la ignorancia es el peor enemigo de la Patria.

La delincuencia que nos azota está arrasando por todas las clases sociales; consecuentemente, en nuestra tierra se debe ayudar a mejorar esta terrible situación, que tiene gran parte ciudadana encerrada en sus hogares; especialmente a la mujer, por temor a que les arranquen las carteras, o peguen un revólver en sus sienes por un celular y por dinero.

Es muy importante para cualquier país, en especial el nuestro, que en lugar de continuar construyendo edificios, nos preocupemos por la educación y la salud de la pobreza dominicana, que en vez de disminuir, se dice, fuertemente ha aumentado y lo creo, por las personas pedigüeñas en nuestras calles, junto a la diversidad de vendedores harapientos, como no se veía anteriormente. No obstante, cantidad de nacionales piensan que lo mejor para la Patria, es llenarla de torres para ver la evolución; ya lo había expresado, aunque en nuestra tierra hay ocasiones que debemos repetir las cosas para que puedan poner atención, porque llevan demasiado en sus cabezas, tal vez que prefieren. Es cierto que el disfrute personal es importante para levantar el ánimo de muchos nacionales tristísimos por la ausencia de trabajo, sumándose la falta de conocimientos a nivel nacional; a pesar de que las personas pudientes son verdaderamente cultas, incluyendo gran número de la clase media. Amigos, es aún más importante, la parte humana de todos los habitantes nacionales, porque sin todos los dominicanos, no tendría valor nada de lo que hacemos para engrandecer nuestra Patria.

Dios nos ayude.