JCE minimiza, partidos alarman

LOS MARCIANOS.- El Partido Revolucionario Moderno tiene lo que la Junta Central Electoral no, a la hora de hablar de conteo manual o electrónico: un técnico de la NASA. Si el organismo de elecciones se concentrara en su tarea, advertiría lo imposible: No podrá arbitrar comicios entre marcianos. Cuando se lee el comunicado de la JCE y se compagina con las declaraciones de los delegados, se tiene la impresión de que se refieren a cosas diferentes. El órgano minimiza, los partidos alarman. La culpa, sin embargo, la tiene el Partido de la Liberación Dominicana al decir que le daba igual que el conteo fuera manual o electrónico, puesto que metió el limbo en el proceso, y con el limbo de por medio no puede haber entendimiento. La cuestión hubiese sido distinta si el PLD se hubiera decidido por una de las modalidades, pues la oposición le hubiera llevado la contraria, y el problema se quedaba entre los partidos y la Junta quedaba al margen. Por ejemplo, lo ideal hubiera sido que el PLD hubiera dicho que prefería lo manual, pues así la oposición hubiera demandado que electrónico, y la Junta Central Electoral se hubiera salido con la suya…

LOS EQUIPOS.- La NASA acaba de descubrir tres nuevos planetas parecidos a la tierra y en capacidad de albergar vida humana. El técnico de la NASA del PRM hizo un descubrimiento mejor. Los aparatos de la Junta Central Electoral deben ser desarmados, pues tienen la maldad por dentro. Por mucho que la Junta diga y haga simulacro y pruebe la eficiencia de sus máquinas, la otra esquina dirá que no, que la campana no se oye bien y que así no puede librarse la pelea. El problema en principio era de auditoría, de si un porcentaje alto o pequeño, y después del lugar en que debería hacerse la prueba, de si en el propio colegio o en las juntas municipales. Pero desde el momento que se habla de la posibilidad del jaqueo, y se cita como máxima autoridad a Edward Snowden, en el sentido de que ningún equipo es seguro en el mundo, toda conversación luce inútil. Los partidos y los candidatos de oposición quieren contar ellos y no la Junta Central Electoral. Incluso las posiciones se llevan a extremos, pues no solo se hacen recomendaciones, o a lo sumo advertencias, sino amenazas, como si se vivieran tiempos escatológicos…

EL LEÓN HERIDO.- Roberto Rosario no lo sabe, pero es peligroso perseguir a un león herido, y eso podría aprenderlo repasando las películas de Tarzán o de Jim de la Selva. No es terco como una mula, pero sí ligero como el caballo sin jinete que cabalga a su suerte. Hasta ahora todo se le da, pero nunca se vio como ahora en territorio de tramposos, y una de las trampas es que se haga el conteo de manera manual y no electrónica. Dicen que la sangre pesa más que el agua, y ahora más que evidente que la política más que la amistad. Hay candidatos o partidos que no le marchan de frente, que no lo denuncian en persona, pero no quieren sus procedimientos y van a hacer todo lo que esté a su alcance para torcer su voluntad. Una voluntad que en principio fue la decisión libre de todo el pleno, pero al discurrir de los días, al acercarse las elecciones, nadie se aventuraría a adelantar la votación interna. Se sabe que Eddy Olivares no, se piensa que José Ángel Aquino sí, aun cuando sus amigos de la sociedad civil se comportan como la paloma del poema de Rafael Alberti…

HOY MARTES.- No sé si decidió lunes, pero de seguro que sí deberá hacerlo martes, aun con la advertencia de que “en martes, ni te embarques, ni te cases, ni de tu casa te apartes”. Pues la oposición al conteo electrónico es la excusa perfecta. Lo dije y ahora, desgraciadamente, se comprueba que el conteo sirve de mampara para promover situaciones difíciles, incluso crisis pre o post electoral. El encuentro con el candidato Luis Abinader y los directivos del PRM Andrés Bautista y Jesús Vásquez, en la residencia de Roberto Rosario, fue una oportunidad, no digo de desarmar los equipos, como aconseja el técnico de la NASA, pero sí de desmontar la trama. Una trama que podría llegar a conspiración, y no contra la Junta Central Electoral, sino contra el gobierno, y cuyo propósito principal sería quitar legitimidad a la reelección. Nada nuevo, por cierto. Danilo Medina termina su mandato de cuatro años, y nadie recuerda que Hipólito Mejía, el candidato derrotado, haya reconocido el triunfo del primero, aun cuando sus relaciones durante el período fueron cercanas y nobles, y más propias de amigos que de políticos…