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FUERA DE CÁMARA

El “intelectual” del video

Le tengo empleo como productor de televisión al joven Daurin Muñoz para que abandone la miserable vida que lleva como raso de la Policía y renuncie al “sueldo cebolla” que devenga en esa institución… “que de sólo verlo dan ganas de llorar”.

Mi único problema sería hallarle ubicación a tan singular y prolífico talento: si en el análisis serio y profundo de la situación política y económica; si en la crónica roja para relatar los crímenes policiales; si en la farándula para entretener a los televidentes; si en el humor satírico para hacer reír a la gente… …De que le sobran condiciones, la mejor prueba es el video que le colgaron en las redes sociales al mejor estilo de casting “joliudense” que en cuestión de horas se hizo viral y copó la atención de medio país durante el fin de semana haciendo galas de un dominio escénico fenomenal.

Pero si fue excelente la actuación, el guión estuvo superbo e insuperable la ejecución, y el montaje escenográfico no tuvo ninguna falla excepto el disfraz de policía que a leguas se aprecia tan estrafalario como el que portan los comediantes de humor televisivo, sin insignias, sin arma de reglamento, sin nada...

… A menos que se trate de un “policía secreto” sin hábito de usar uniforme, aunque luzca chocante su perfecta dicción, su memoria prodigiosa para citar los decimales del presupuesto; su habilidad matemática para calcular el gasto menudo de la casa, peso a peso, centavo a centavo… Es un taco, un verdadero genio.

¿Justificar el macuteo? El “policía” Daurin Muñoz --o como se llame--, hace un esfuerzo para justificar el “macuteo” de sus iguales al señalar que un agente policial no puede vivir con el salario de 5,800 pesos que devenga mensualmente… “dinerito” que prorratea en sus gastos menudos y no le alcanza ni para empezar.

No vaya nadie a pensar que el video fue producto de un arranque emocional o exceso de locuacidad de Muñoz, pues se adelantó a la sanción de 10 a 15 días de arresto “que le tocan” por violar la disciplina que le prohíbe valorar las normas internas de la institución. O sea, que tenía plena conciencia de la falta en que incurría.

Pero si todo eso fuera poco, tampoco resulta ocioso citar el aluvión de solidaridades que ha recibido de parte de “abogados de oficio” de la llamada sociedad civil muy pendientes “de la suerte” que pueda correr el “agente Muñoz”, como si pudiera ser otra que la expulsión de las filas… …Porque si está tan a disgusto con su trabajo ¿qué hace siendo policía?... ¿Ignoraba el bajo salario que percibiría cuando ingresó?

…Mirar hacia adentro Es verdad que la Policía tiene que modificar sus esquemas anacrónicos, adecuar su funcionamiento a una nueva sociedad que exige apertura pero también transparencia en la seguridad pública y en la garantía ciudadana.

No basta con el proyecto de reforma que nunca llega, que ha envejecido y se ha desactualizado en un Congreso que cada día muestra mayor incompetencia para encarar un problema de tal envergadura. Se requiere que la sociedad asuma este drama con la mayor presteza aparcando sus diferencias aunque sea transitoriamente.

Si de algo ha servido el show del “agente” que acaba de descubrir su bajo salario, ha sido para llamar la atención sobre un tema que no aguarda más demora…

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