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ORLANDO DICE...

Confección de una boleta

INQUIETUDES.- Los medios atribuyen a los aspirantes a cargos electivos del PLD, PRD, PRSC y Bloque Progresista, un ánimo de inquietud que solo se explica en políticos de por sí fuera de contienda. Los que hayan hecho el trabajo, y tengan sustento propio, no tienen que preocuparse del tamaño o del alcance de los acuerdos. Saben que fueron conversados, que hay borradores, pero que --por el momento- no puede darse nada por definitivo. El plazo dado a la comisión del PLD fue hasta el 15 de este mes, casi ya, pero eso no significa que el día 15 todo estará resuelto.

El partido morado es el yate insignia, pero no el único que participará en la regata. Cada capitán deberá volver donde los miembros de su equipo y analizar de conjunto conveniencias y posibilidades. De ahí dependerá todo, de que no ocurra como una competencia de remos, en que el grupo ganador estuvo compuesto de un capitán y cinco remeros, y el perdedor, cinco capitanes y un solo remero. Una situación que podría estarse dando, pues se cuentan muchas historias...

HISTORIAS.- Una de estas historias es de dirigentes o candidatos que se las habrían buscado por su cuenta. Los celos de Quique Antún se explican, el hermetismo de Miguel Vargas, por igual. Si los reformistas, o los perredeístas, o los propios peledeístas, no saben de qué va o viene la cosa, las angustias de que hablan los medios no tienen razón de ser. Incluso, podría haber mayor tormento por los nombramientos que por las candidaturas. Entre reformistas, por ejemplo, de un tiempo a esta parte ganan siempre los mismos: Ito Bisonó, Rogelio Genao, Máximo Castro Silverio, Marino Collante. Si no necesitaron antes, ¿por qué ahora? De los perredeístas se dice que negociaron directamente sus diputaciones, y de ser así, lo suyo dependerá de que los peledeístas sean como los franceses y se recuerden que “nobleza obliga”. Aunque siempre surgen problemas, en este caso de cuota o de cupo. Como no se informa, se pensaba que al PRD le garantizarían su actual matrícula. Esto es, la cantidad de diputados obtenidos en las elecciones del 2010...

LAS REGLAS.- Sin embargo, el agua va aclarándose al paso de la corriente, y ahora se habla de una media. Solo sería la actual matrícula, la cantidad que quedó después de la división. Los diputados del PRM pertenecen a La Virgen, y sus demarcaciones no entran en el negocio. De manera que en el PRD, al igual que en el PLD, el asunto es de reserva. Fulano y zutano y perencejo, y cuidado, pues tampoco es a lo loco. Falta ver si los números dan. Por lo menos en lo que se refiere a los alcaldes. Problema a la vista, sin dudas. ¿Con cuál encuesta se decide, con una del PRD o una del PLD? Desacreditar las encuestas es una perversidad intencionada. Ningún candidato acepta resultados ajenos, y quienes tienen a su cargo la decisión, tampoco acogen números extraños. Se entiende, por tanto, el retraso. Hay que andarse con más cuidado de la cuenta. Al que le digan que no, recogerá sus motetes y buscará cobijo en la tienda del contrario. Se cuenta de aspirantes del PLD, con recursos, que no tienen inconveniente en ocupar una plaza en la boleta del PRM...

SASTRERÍA.- El acuerdo o los acuerdos no serán obras de ingenierías, con cálculos exactos, sino sastrería de campo, con riesgos de medida o falta de tela. Conviene esperar el resultado final, pues nada garantiza que el traje sea el adecuado. O faltará una manga, y si logra tener las dos, una será más corta que la otra. Con el presidente Danilo Medina se habló una cosa, pero con el PLD deberá hablarse otra. Y si no fuera así, no se habría nombrado la comisión que tiene hasta el 15 de este mes para hacer los ajustes. El Comité Político no es tan generoso como los candidatos, y posiblemente Medina tenga que hacer de tribunal de alzada, y corregir sobre la marcha la cicatería de los comisionados. Aun cuando se sabe que Reinaldo Pared lo representa con suficiencia, pues además estuvo presente en las conversaciones del mandatario con Miguel Vargas. Fue Medina, por igual, quien mandó a Pared donde Quique Antún. ¿Quién dice que no se dé el conocido juego del policía malo y el policía bueno, y que Pared sea el malo y Medina el bueno?...

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