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FUERA DE CÁMARA

El suicidio de don Antonio

El presidente Antonio Guzmán murió un día como hoy, hace 33 años. Horas antes se había disparado a la cabeza en su despacho del Palacio Nacional sin aparente razón lógica. Se tejen conjeturas y se habla de la actitud de Balaguer en aquel momento histórico...

He aquí una versión del periodista Miguel Pineda López: “En la madrugada del 4 de julio de 1982 recibí una llamada del colega Ercilio Veloz Burgos --que había sido electo diputado del Partido Reformista Social Cristiano, y yo regidor--, para informarme del suicidio del presidente Antonio Guzmán Fernández, un gobernante y excelente estadista que democratizó el país, y quien sería sustituido en pocos días por otro gran líder perredeísta, Salvador Jorge Blanco.

“Consternado por esa enorme tragedia y por las implicaciones políticas que podían derivarse de ella, Ercilio y yo salimos apresurados hacia la residencia del expresidente Joaquín Balaguer en la avenida Máximo Gómez para recibir instrucciones y conocer su reacción.

“Como si se tratara de un preludio espantoso o de un azaroso designio del destino, en ese momento tan trágico las calles de la capital lucían desiertas, tétricas y desoladas, lo que nos permitió arribar a la casa del líder en pocos minutos.

“El ambiente allí era conspirativo, se hablaba de golpe de Estado, de asonada militar, el llamado reformismo de la sombra, como lo bautizó de manera genial Peña Gómez, se había dividido la geografía nacional en regiones. Civiles y militares esperaban el visto bueno del expresidente Balaguer para desconocer el orden constitucional aprovechando el vacío político dejado con la muerte de Guzmán en circunstancias tan aterradoras.

…Y estábamos atónitos “Ercilio y yo quedamos atónitos con lo que presenciamos y tratábamos infructuosamente de refutar esas intenciones --quizás, para ser honestos-- porque habíamos sido elegidos en el plano congresual y municipal en las elecciones del 16 de mayo y nos juramentaríamos el 16 de agosto de ese mismo año, incluyendo al presidente electo Salvador Jorge Blanco.

“Como de Balaguer se había vendido hasta la saciedad la especie de que era un político antidemocrático, inescrupuloso y maquiavélico, nosotros esperábamos lo peor, pero afortunadamente no fue así y en cambio se cubrió de gloria convirtiéndose en un verdadero prócer de la institucionalidad democrática.

“Cuando las tensiones y pasiones en la residencia de la Máximo Gómez 25 llegaban a su máxima expresión y se daba como un hecho el rompimiento del orden constitucional, apareció con su clásica calma el asistente personal del líder reformista, general Luis María Pérez Bello, con instrucciones precisas. Eran las 4:00 de la mañana del día 4 de julio del 1982...

…Respetar la Constitución “Balaguer ordenaba a la militancia y dirigencia reformista respetar el orden constitucional, y anunciaba su participación en los funerales de Estado del presidente Antonio Guzmán Fernández.

“Fue así como el licenciado Jacobo Majluta se juramentó como nuevo Presidente de la República, sin que se produjera ningún tipo de inestabilidad política en el país.

“Gracias a la responsabilidad y el patriotismo del doctor Balaguer, la continuidad democrática en República Dominicana pudo preservarse a raíz del suicidio de uno de los mejores Presidentes que ha tenido el país en toda su historia: don Antonio Guzmán Fernández, cuyo legado de honestidad debe servir de ejemplo a las presentes y futuras generaciones...”.

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