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MUCHACHOS CON DON BOSCO

El Papa Francisco nos habla

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Juan Linares, SdbSanto Domingo

En la visita de nuestros Obispos al Papa Francisco, ha dado un mensaje a todo nuestro pueblo. Es bueno que acojamos sus sabias orientaciones.

Nos comienza diciendo: “Los comienzos de la evangelización en el continente americano traen siempre a la memoria el suelo dominicano”. Ciertamente este es un privilegio que tenemos y que nos llena de orgullo, fuimos los primeros en recibir el Evangelio.

Nos señala, luego, los que él cree son los grandes desafíos que tenemos y que afectan nuestra vida social y eclesial.

El primer desafío es el del matrimonio y la familia, pues atraviesan una seria crisis cultural. La familia es poseedora de una específica espiritualidad, es un lugar de aprendizaje a la convivencia y donde se transmiten a los hijos los valores. El matrimonio, tal como es concebido por Dios, es responsable de la comunión conyugal y de la vida familiar.

Hace una invitación “a dedicar tiempo y a atender a los sacerdotes, a cuidar de cada uno de ellos, a defenderlos de los lobos que también atacan a los pastores. Que su compromiso a favor de los más débiles y necesitados les ayude a superar la mundana tendencia hacia la mediocridad”.

Conocedor de nuestra situación nos pide ofrecer “la atención pastoral y caritativa a los inmigrantes, sobre todo a los provenientes de la vecina Haití, que buscan mejores condiciones de vida en el territorio dominicano... Es necesario seguir colaborando con las autoridades civiles para alcanzar soluciones a los problemas de quienes son privados de documentos o se les niega sus derechos básicos”.

Como cuarto reto el Papa nos dice: “Sé de sus esfuerzos y preocupaciones por afrontar adecuadamente los graves problemas que afectan a nuestros pueblos, tales como el tráfico de drogas y de personas, la corrupción, la violencia doméstica, el abuso y la explotación de menores o la inseguridad social”. Nos pide que luchemos por erradicar estos males.

Desde una perspectiva de Iglesia, donde el laicado es la mayoría de los fieles, nos pide que “el laicado dominicano que se percibe tan presente en las obras de evangelizaciónÖ, no descuide su formación doctrinal y espiritual, y reciba un apoyo constanteÖ también es necesario que la pastoral de los jóvenes reciba una atención cuidadosa para que no se dejen distraer de la confusión de los antivalores que busca desbordar hoy a la juventud”.

Sobre la formación de las nuevas generaciones nos advierte: “las leyes civiles tienden a sustituir la enseñanza de la religión en la escuela por una educación del hecho religioso de naturaleza multiconfesional o por una mera ilustración de ética y cultura religiosa”.

“Finalmente, para concluir, y teniendo presente la hermosura y colorido de los paisajes de la bella R. D., invito a todos a renovar el compromiso por la conservación y cuidado del medio ambiente”.

Con profundo sentido de gratitud, recemos por el Papa Francisco.

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