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ORLANDO DICE

Qué factor impide la reunión del Comité Político del PLD

NO VALE.- Franklin Almeyda saca la cara por el PLD y dice que los sometimientos de miembros de esa organización a la justicia, competen a los tribunales y no a ese partido. Una parte no es igual al todo, de manera que Almeyda habló por él, y lo que haya dicho no involucra de manera directa, y ni siquiera general, a la dirección del núcleo oficialista. La cuestión, por tanto, sigue como antes. Sin definición. Y el Comité Político continúa huyendo, pues no hay forma de que sea convocado, y se habla de dos ocasiones en que las citas se cayeron sin que las excusas fueran convincentes. Nadie acierta en cuanto a la dificultad, pero nadie ñtampoco-- niega la existencia. Los interesados y los entrometidos coinciden en un punto. Hay algo de por medio que impide que los CP se vean la cara. Y como el pensamiento es libre, cada cual se decide por lo que mejor le parezca. Que la reelección, que los expedientes, que los informes. Los altos cargos del PLD dan la impresión de indiferencia. De que no le toman el pulso a la calle, y no saben hasta dónde intriga su conducta. El día que el Comité Político se reúna será una especie de toque de queda. La opinión pública estará expectante esperando que pase lo peor... LO QUE NUNCA.- Franklyn Almeyda tal vez no sea el dirigente más idóneo para explicar la situación, pues declara en medio de una humareda. No está viendo que está ocurriendo lo que nunca antes había ocurrido: dos ex altos funcionarios del pasado gobierno de Leonel Fernández están siendo perseguidos, incluso de manera animosa, por las autoridades de justicia de la actual administración de Danilo Medina. Es decir, peledeístas contra peledeístas. Lo de exfuncionarios es lo de menos, pues no son los primeros ni serán los últimos. Pero sí importa la condición de dirigentes claves del PLD. Uno de Organización y otro de Finanzas. La dirección del partido no puede escurrir el bulto, puesto que no solo es grande, sino que se lo han dejado en la puerta, y con ese fardo en el medio no pueden entrar y salir de la casa con fluidez. ¿Cómo no expresar espíritu de cuerpo si afecta a dos compañeros, y la solidaridad se impone, fueren inocentes o culpables? ¿Cómo dejarlos en la estacada, a merced de una justicia que por lo bajo se denuncia prejuiciada?... LOS CASOS.- Incluso, asoma un elemento de discriminación, o discernimiento perverso. El partido no fue ajeno al caso de Monte Plata y el compañero del PLD imputado de crimen fue suspendido hasta tanto se pronuncie la absolución o la condena irrevocable. Pero hay un hecho más distante. La olvidada muerte de un exoficial a manos de peledeístas que andaban pacíficamente pegando afiches en la campaña de 1996, y que llevados a los tribunales pagaron con años de cárcel su delito. Entonces el partido hizo dos cosas, igualmente nobles. Se ocupó de la defensa del grupo y del mantenimiento de sus familias. Inclusive, entre quienes pagaron esas habas, se contó al secretario general de entonces. Si se hizo con miembros de las bases ¿por qué no con dirigentes de nivel superior? Ahora se dice que los perseguidos tienen sus propios abogados, y que estos están mejor acreditados que los que pudiera destinar el partido. Y viendo los resultados, hasta ahora, no cabe duda de que esa afirmación se corresponde con la verdad... ¿CUÁNDO?.- El PLD, como se comprueba con estos antecedentes, no se comporta ajeno a las dificultades de sus miembros, sea en el orden personal o político. ¿Cuál es, por tanto, la singularidad de los casos de Félix Bautista y Víctor Díaz Rúa? Ese mantener distancia no salva al partido morado de sus implicaciones ni lo libra de sus consecuencias. Las implicaciones son políticas, y por igual sus consecuencias. Las sospechas, las conjeturas, las presunciones, se convierten --de a poco-- en realidades. Si los peledeístas de la alta dirección se tienen miedo, y no se atreven a poner en agenda lo que ya la opinión decidió, debe ser parte de la próxima reunión del Comité Político, las expectativas se realizan por sí solas. Un verdadero Juego de Tronos, en que nadie quiere ir más allá del Muro y todos se sienten Guardias de la Noche. ¿Hasta cuándo podrá el CP contenerse, sin rasgarse las vestiduras, sea que los expedientes tengan méritos en justicia o se ponga en evidencia lo que se trama en la trastienda política?...

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