Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

MUCHACHOS CON DON BOSCO

El juicio final

Avatar del Listín Diario
Juan Linares, SDBSanto Domingo

El domingo pasado hemos celebrado la Fiesta de Cristo Rey, y en el Evangelio de la celebración Eucarística se ha proclamado la parábola del Juicio Final. Ciertamente, este es un tema de sumo interés para ser tratado y, sobre todo, para ser tenido muy en cuenta, dadas las repercusiones que tiene. Es un tema que a todos nos debe importar. En esta parábola se hace una descripción grandiosa del veredicto final sobre la historia humana, donde se dirá la última palabra y donde se aclararán todas las cosas. Allí se encontrarán gente de todas las razas y de todos los pueblos, de todas las culturas y de todas las religiones. Se formarán dos grandes grupos. En el primero estarán todos aquellos que en su vida se han acercado, con compasión, a los pobres, a los necesitados, a los sufrientes, a los encarcelados y les han ayudado, han hecho por ellos lo que podían. Estos recibirán la bendición de Dios y se les invitará a estar con él. En el otro grupo estarán los que han vivido indiferentes, los que no se han preocupado de la gente necesitada, pues todo eso les ha dado lo mismo y no han hecho nada. A estos se les invitará a alejarse de Dios. Como podemos comprobar, lo que va a decidir la suerte final, no es la religión en la que uno ha vivido aquí en la tierra o la fe que ha confesado. Lo decisivo es la compasión que hemos tenido y que hemos hecho realidad ayudando a quien sufre y necesita nuestra ayuda. Lo que en ese juicio queda muy claro es que lo que hacemos a los hambrientos, inmigrantes, enfermos, encarcelados, niños trabajadores, ancianos olvidados de todos, eso es lo que estamos haciendo al mismo Dios. Por eso el culto que más agrada a Dios son las acciones concretas que hacemos en ayuda al que sufre, al que nos necesita. Jesús lo ha dicho muy claro: “Sean compasivos como su Padre Celestial es compasivo”. Tenemos aquí el criterio último y definitivo de evaluación que juzgará nuestras vidas. Esto nos tiene que interesar a todos. Es interesante que descubramos que en el relato no aparecen grandes e importantes palabras, como justicia, solidaridad, democracia. Jesús habla de cosas concretas, de comida, ropa, algo de beber, acoger a alguien, o de acciones concretas como dar de comer, vestir, hospedar, visitar, acudir. Al final de la vida se nos preguntará qué hemos hecho ante las personas que necesitan nuestra ayuda. Hay una pregunta que es decisiva y que nos la podemos hacer ya, ahora, ¿qué hacemos con todos los que viven sufriendo, con los que necesitan ayuda?, ¿pasamos de largo o les damos nuestra mano? Este relato nos debe hacer abrir los ojos y tomar conciencia. La misión y el éxito de nuestra vida se está jugando ahora mismo. No hay que esperar ningún juicio. Ahora nos estamos acercando o alejando de los necesitados. Ahora nos estamos acercando o alejando de Dios. Ahora estamos decidiendo nuestra vida. ¡Seamos inteligentes!

Tags relacionados