Tres eventos y una idea

La coincidencia de tres eventos nos pone a pensar. Uno tiene fisonomía del narcotráfico pero dos se asemejan al terrorismo. Son tres hechos confusos en los que la autoridad se maneja torpemente pero que sirven de ejemplo de cómo se tiene que actuar en materia de seguridad. Porque de eso es de lo que se trata. Seguridad de bienes y personas que no solo es tarea de la Policía Nacional. El ataque o accidente en uno de los vagones del Metro aún está en la fase de investigación pero hubo contradicciones entre los ejecutivos del sistema de transporte y la Policía. Allí resultó como la principal víctima quien era señalado como culpable del hecho. No se sabe si esto fue un acto terrorista o bellaquería juvenil. Podría tratarse de una protesta personal por cualquier cosa. Hasta un atentado contra el Gobierno. La investigación dirá, aunque el único acusado se declara inocente. Habrá que levantar las pruebas para sostener la imputación. En el intento de evasión con apoyo interno y externo del penal de Najayo todavía me estoy preguntando qué fue lo que pasó. Cuatro internos y dos funcionarios de la cárcel mueren y hay otros heridos, pero se carece de un informe a la opinión pública de lo ocurrido. No me acostumbro a la información superficial o la ausencia de ella. En la CDEEE descartan que las acciones contra varias torres de soporte a la transmisión eléctrica fuera para robar partes de las mismas. Advierten que los organismos de seguridad están trabajando para protegerlas. Esto fue confirmado por el ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, quien, sin embargo, calificó como hechos aislados los tres eventos. Quizá el develado complot contra las torres de transmisión sea otra forma de protesta porque Rubén Bichara dijo que aquí nadie paga la electricidad que consume. Mientras, el obispo auxiliar de la arquidiócesis de Santiago, Valentín Reynoso, dijo que los hechos de corte terrorista con secuelas de muertos y heridos suscitados los últimos días en el país, inquietan a los dominicanos y clamó a Dios para que impida que se instaure en el país el terrorismo. La percepción es que los eventos son actos de terrorismo y ésta es una forma de acción política. Le urge al gobierno desvincular cada acción para restaurar la confianza. Han atacado dos eslabones estatales: transporte y electricidad. Hay trabajo para los investigadores.