Pasando revista al Instituto de Señoritas
En estos días celebramos el 164 aniversario del nacimiento de la insigne poetisa y educadora Salomé Ureña de Henríquez, la mujer dominicana que ha ocupado el más alto sitial en las letras y la educación, por la excelencia de su obra poética y por su condición de consagrada maestra, a quien le tocó la honra de fundar la primera escuela normal femenina en la República Dominicana en el año 1881, el llamado Instituto de Señoritas Salomé Ureña, que se ha mantenido abierto hasta el día de hoy, formando ahora jóvenes de ambos sexos. Ha pasado mucho tiempo desde el nacimiento de esta extraordinaria dama que trepó el sitial superior educativo de las manos del educador antillano don Eugenio María de Hostos, y su nombre se mantiene encumbrado, notable, con todo el brillo y el esplendor que merece. Creemos que el mejor homenaje a la creadora del poema “El ave y el nido”, que conocí en mis años escolares, se lo ha hecho la actual administración de gobierno del Presidente Medina, otorgando con muy buena voluntad el 4 por ciento del producto interno bruto a la educación, para forjar el futuro mejor de la juventud dominicana con más y mejores aulas, butacas, libros, profesores y alumnos mancomunados en permanente proceso de formación básica y superior. Por ello, al reconocer en estos días la gran obra de Salomé Ureña de Henríquez, como escritora y como maestra, propicios son estos momentos para saludar la inversión que está realizando el gobierno en el área educativa, donde a cada momento sentimos la presencia de nuevas y costosas escuelas inauguradas en todo el país por el presidente Danilo Medina. Como sanjuanero orgulloso que soy, en esta celebración del natalicio de Salomé Ureña, debo formular mi agradecimiento al ciudadano Presidente por su dedicación y empeño en apoyar la educación, consciente de que el futuro de la patria que tanto amó nuestra gran poetisa nacional, tiene su progreso signado en una buena obra educativa. Quiero aprovechar la ocasión de esta celebración, para solicitarle al Presidente Medina un apoyo especial para el Instituto de Señoritas que opera en la calle Padre Billini No. 306 de la ciudad de Santo Domingo, remodelando y acondicionando sus aulas, para que vuelva a tener el brillo de sus mejores años. Salomé Ureña es uno de los símbolos de la educación dominicana, por ella misma y como esposa de ese gran escritor y educador que fue Francisco Henríquez y Carvajal, ex presidente de la República; y sus hijos, don Pedro Henríquez Ureña, el más notable de los educadores de la patria, así como Max y Camila. Por todo ello merece ser honrada, convirtiendo su adorado instituto en un centro bien ataviado que sea el rostro de la educación con calidad que sirve el gobierno actual a los jóvenes. Que se rescate el buen nombre de este legendario centro educativo que ha diplomado jóvenes ilustres como, Milagros Ortiz Bosch, Emma Valois e Ivelisse Prats-Ramírez de Pérez, y que en la actualidad mantiene una importante matrícula de ambos sexos.