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REFLEXIÓN DEL ALMA

La importancia de la salud en la vida

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Leonor Porcella De BreaSanto Domingo

Es imprescindible comprender la importancia de la salud en la vida, especialmente en nuestro país, enfocado en la infancia; más después del hecho fatal de la muerte de once niños en un hospital público lleno de pacientes, el Robert Reid Cabral. Lástima que esta fatal ocurrencia suceda en un momento cuando la pobreza nacional tiene esperanzas de mejoría, y desde luego, de vivir en salud, tranquilos. Esa pobre gente, en el único instante que se sienten esperanzados de algo específico, es cuando llegan a un hospital donde supuestamente pueden curarse, para ver su futuro, aún sea por un momento despejado de tristezas. La esperanza es bella y grande, consecuentemente los llenan de positivismo, que no estilan nunca por la vida inhumana que llevan. Este accidente ha conmovido a toda la nación dominicana; hay que ver cómo se quieren los hijos, que es lo más grande en nuestras vidas; la muerte de esos niños se ha transformado en sorpresivo crimen imposible de concebir. Tenemos que luchar para que los hospitales públicos se conviertan en eficientes, con cero mortandad para la infancia; la pobreza no puede sufrir más, mientras la infancia es la mayor esperanza nacional; excelentes hospitales son la única opción de la pobreza dominicana para asegurar su salud, que siempre anda como barcaza en viento fuerte, por el hambre y la mala vida que sufren la mayoría de los paupérrimos nacionales. El dominicano con posibilidades tiene que hacer un esfuerzo mirando hacia ellos, pobrecitos, hay que ver dónde viven; yo lo sé, porque he visitado personas muy necesitadas residiendo en verdaderos arrabales. Si verificamos los sueldos más altos de nuestra nación, pertenecientes a connotados y eficientes funcionarios del Estado, comprendemos que existe una diferencia del cielo a la tierra con el resto de los habitantes de nuestro país. Lo que significa que todos los dominicanos humanos estamos obligados a contribuir a que los hijos de esos paupérrimos se eduquen, para que puedan salir adelante, aboliendo ser una copia de sus padres destrozados por la ignorancia y la pobreza. La educación para todos los pobres es imprescindible, todos incluyen la pobreza extrema que implica educación en demasía, porque sin educarse es imposible trabajar ganándose el sustento diario, para que lleguemos a ser un país evolucionado con un futuro promisorio, que no tenemos. Los hospitales dominicanos no poseen equipos, unidos a la ineficiencia, se les dificulta la sanación de pacientes graves, no siempre por el personal, también por las condiciones de los hospitales, ya que es imposible trabajar con las manos vacías. Por otro lado, es imprescindible la preparación de profesores para las aulas que el Gobierno acaba de construir. No hacemos nada con escuelas nuevas sin un personal educativo adecuado; debe considerarse urgente, logrando excelencia de profesores para que puedan realmente enfrentar la ignorancia masiva. Es duro hablar de estas cosas que parecen nimiedades, pero son urgencias inmediatas nacionales. Caemos sin pensarlo en la excesiva criminalidad fruto de la gran delincuencia que desespera al dominicano. No se puede salir a las calles, por temor a ser asaltados, y lo peor a perder la vida, conscientes de la ola de crímenes efectuados por el latrocinio. Dios, como si al dominicano lo hubieran volteado para convertirlo en inhumano; ¡tantos crímenes que se efectúan diariamente en nuestra tierra, especialmente los feminicidios! Abogo por la salud y educación de las nuevas generaciones, es la única forma de desterrar de República Dominicana la delincuencia y la criminalidad, que convierten nuestro país en el escondite de delincuentes y criminales, que tenemos que erradicar para vivir en paz.

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