Escuelas de verdad

Como suponer es fácil, eso haré sobre las características que tendrán las escuelas que se construirán en el futuro. El ministerio del ramo está estipulando las formas de asignarlas. Hay un deseo inmenso de que la transparencia sea norma. Los próximos planteles serán de verdad supervisados para que se cumpla en todas sus partes las normas éticas y científicas. Ya no habrá edificaciones escolares que se explotan ante cualquier meneíto telúrico, porque se ejecutará lo planeado. Las aulas serán espaciosas, ventiladas y con las normas de seguridad para los casos de evacuación, disposiciones que se cumplirán en toda la estructura. Volveré a ver escuelas con áreas para la práctica deportiva para de forma divertida aprender a trabajar en equipo, desarrollar los músculos y competir, como les tocará en la vida real; también para combatir la adicción a los juegos electrónicos y la molicie que deviene en una juventud en sobrepeso. Ya las aulas no serán aulas sino talleres a las que irán llegando los estudiantes según la asignatura para que el cambio de ambiente haga más asimilable la enseñanza. Las instalaciones sanitarias serán reales no focos de enfermedades y promiscuidad. Habrá laboratorios, comedores para las tandas extendidas. En fin, que las escuelas serán construidas pensando en el crecimiento de la población y para que duren mucho tiempo. Muchas cosas serán posibles con unos recursos tan elevados. Ay caramba, ¿no estaré yo suponiendo demasiado?