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MOMENTOS

Semana Santa, tiempo de oración

Estamos en plena Semana Santa, un tiempo de reflexión y esperanza. Este es el momento para que cada uno de nosotros haga una introspección, navegue por su interior y pase revista de lo que tenemos que mejorar. Tiempo de oración, de perdón, misericordia y unidad monolítica por la paz colectiva e individual. Ahí está el punto, debemos comenzar por nosotros, perdonándonos, reconociendo nuestros pecados, poniendo orden y amor en nuestro entorno. Ser semilla de mostaza y germinar en los corazones de cada persona. Muchas veces no es fácil reconocer nuestros fallos y debilidades, por eso te invito a que te levantes y lo reconozcas. Este es el instante para renacer con un corazón nuevo, repleto de fe y compromiso. Comparto este diferente y maravilloso Padrenuestro, no sé quien lo escribió y lo lamento, pero donde quiera que esté gracias por esta increíble petición... Amén.

Padrenuestro Padre Nuestro que estás en las flores, en el canto de los pájaros, en el corazón latiendo; que estás en el amor, la compasión, la paciencia, y en el gesto del perdón. Padre Nuestro que estás en mí, en mi familia, en mis amigos y amigas, que estás en ese que yo amo, en ese que me hiere, en aquel que busca la verdad. Santificado sea tu nombre adorado y glorificado por todo lo que es bello, bueno, justo, honesto, de buen nombre y misericordioso. Venga a nosotros tu reino de paz y justicia, fe, luz, amor. Sé el centro de mi vida, mi hogar, mi familia, de mi trabajo, de mis estudios... Hágase tu voluntad aunque mis ruegos reproducen a veces más mi orgullo, mi ego, que mis necesidades reales. Perdóname todas las ofensas, mis errores, mis faltas, mis pecados y ofensas contra ti, contra mí misma y contra los que me rodean. Perdona cuando se vuelve frío mi corazón; perdóname, así como yo con tu ayuda, perdono a aquellos que me ofenden, incluso cuando mi corazón está herido. No me dejes caer en las tentaciones de los errores, de los vicios, de la crítica, el juicio, el chisme, la envidia, la soberbia, la destrucción, el egoísmo... Y líbrame de todo mal, de toda violencia, de todo infortunio, de toda enfermedad. Líbrame de todo dolor, de toda tristeza, angustia y de toda desilusión. Pero, aún si tales dificultades son necesarias en mi vida, que yo tenga la fuerza y el coraje de decir: ¡Gracias, Padre, por esta lección! En el nombre de Jesús. ¡Que así sea!

Comunidad de amor Jesús nos enseñó con su ejemplo de vida que había que vivir en comunidad. Hoy recuerdo con alegría como un grupo de amigas conformamos el chat “Todas Somos Tías” para acompañar a la colega Arelis Ceballos en su proceso de embarazo, el que no fue fácil, pero nuestras oraciones fueron escuchadas y el milagro se dio con el nacimiento de Emmanuel quien ya tiene un año y nos sigue uniendo en el amor puro y en la oración.

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