Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

DE CERCA

¡Yo conocí los Reyes Magos!

Mercedes trabaja como conserje en el mismo edificio donde su esposo Pablo se desempeña como seguridad. El horario no les coincide, así que son pocos los momentos en que pueden estar juntos. Formaron familia desde hace 16 años y han procreado cuatro hijas. Nunca los había visto, coincidimos en la sala de espera de un centro médico, allí donde todos somos iguales, la paciencia se pone a prueba, y no te queda más opción que interactuar con los que te rodean o dedicarte a repasar las redes sociales en el celular hasta quedar sin batería. Ella esperaba para un estudio. Él la acompañaba solidario. Llegaron tropezando por el angosto pasillo, cargados de fundas y conversando animadamente.

Imposible ignorarlos, hicieron partícipes de su conversación a todos los presentes, y en poco tiempo, sin darme cuenta, ya estaba involucrada en el diálogo con una sensación de haberlos conocido desde hace años. Mercedes contó que venía de ‘las tiendas’, se estaba preparando para la “llegada de los Reyes Magos”. Con espontaneidad explicó que ella y su esposo habían programado un ahorro para poder comprar un obsequio para cada una de sus hijas. Se veían ilusionados, satisfechos, con esa sensación que te da el saber qué haces las cosas correctamente. A ellos, como a muchos dominicanos, el salario les alcanza para lo básico. Sus hijas van a la escuela en la mañana y en la tarde hacen helados que venden en la casa para colaborar con la carga económica.

Los domingos van a la iglesia, y una vez por mes, Mercedes y sus hijas son voluntarias en la comunidad para ayudar con las tareas del hogar de un vecino que esté enfermo. No pretenden grandes cosas, dormir juntos tres veces por semana es suficiente.

Que las niñas hagan sus labores escolares y que la ‘luz deje congelar los helados’ es lo que piden para ser felices. Por años se las han arreglado para que siempre haya comida en la mesa y han inculcado en su prole el respeto, la solidaridad y la importancia del trabajo honesto.

Sin duda la mejor herencia que le podemos dejar a nuestra descendencia es una educación en valores. Vivimos un momento histórico en el que los hijos creen saber más que los padres porque dominan la tecnología.

Donde la respuesta de aprobación inmediata que se genera a través de las redes sociales sustituye un buen consejo. Los padres tenemos la responsabilidad de constituir las futuras generaciones y transmitirles valores para que puedan actuar como entes responsables. No es un secreto que gran parte de lo que somos como adultos es el resultado de una serie de hábitos adquiridos durante la infancia a través del ejemplo de nuestros padres. Olvidé preguntar si las niñas se animaban a colocar agua y pasto en los zapatos para esperar el Día de Reyes… No supe si creen en la tradición, al final poco importa, seguro que ellas saben quiénes son los reyes, no los personajes de oriente citados en la Biblia, los verdaderos magos, esos que desafían el ritmo de la sociedad para llevar la magia a su hogar: Mercedes y Pablo, ellos son dos Reyes Magos y tuve el privilegio de conocerlos.

¡Hasta el lunes!

Tags relacionados