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Mágica “Noche de las velitas”

Esta celebración, parte de la cultura colombiana, da inicio a las festividades navideñas y hace homenaje a la Virgen Inmaculada por el pueblo católico.

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Mayra Pérez CastilloSanto Domingo

La llegada del 7 de diciembre para el pueblo colombiano es símbolo del inicio de la Navidad, día que culmina entre la magia de la Noche de las Velitas. Para conocer los detalles de esta tradición visitamos la Embajada de Colombia en República Dominicana, donde José Antonio Segebre Berardinelli, nuevo representante de esa nación, compartió sobre este pedacito de su tierra.

Es la primera vez que él celebrará aquí la también denominada “Fiesta de Colombia por la Inmaculada” y se prepara para que realizarla como si estuviera en su país, junto a sus compatriotas y a los dominicanos con quienes dice sentirse muy identificado.

Sentado en el espacio de reunión de diplomáticos, junto a Crisanto Torres, ministro consejero; don José narra la historia y el concepto de la Fiesta de las Velitas. En 1854 el Papa Pío emitió la bula “Ineffabilis Deus” o doctrina infalible en la que afirma que la Virgen María fue sin pecado concebida, noticia que motivó a católicos de todo el mundo a encender velas y antorchas como símbolo de la iluminación que hizo Dios en María y a la aceptación de ella de tan grande bendición.

Desde aquel entonces, y llegada la fecha, en Colombia las casas y las calles se iluminan con velas de diversos colores para recordar la significativa fecha, al tiempo en que se da inicio formal a la conmemoración del Nacimiento de Jesús: la Navidad.

“Todo los 7 de diciembre, a partir de las 7:30 de la noche, las familias y los amigos se reúnen y preparan comidas especiales; cuando llega las 3:00 de la madrugada, del día 8, despiertan los niños para todos juntos encender las velas, pues el objetivo es que ningún miembro se quede sin ser parte de ella”, dice el embajador.

También se reza el rosario y se hacen novenas.

Los más pequeños del hogar hacen todo lo posible para que los vientos de la temporada no apaguen sus velas, razón por la que les colocan farolitos de colores, elaborados con maderas delgadas y papel celofán; con ellas se llenan las galerías de las casas y las aceras de las ciudades.

“Antes también se utilizaba pólvora pero por el peligro que significa, se ha erradicado”, comenta Segebre Berardinelli.

El próximo miércoles es precisamente lo que sucederá en la sede de la embajada, donde el tema principal será la Virgen Inmaculada, especifica el también embajador de Haití. Habrá un personaje de Papá Noé para ayudar a los pequeñines a encender las velitas y entregar sus cartas al Niño Dios.

Se degustará una cena navideña con los principales platos colombianos, regionales y dominicanos, como el jalao.

“Natilla, buñuelos, tamales, pan de bono; además de dulces como el arequipe, la breva y cocadas. También arroz con pollo, sancocho, cerdo y demás platos especiales acorde a cada posibilidad forman parte principal de este festejo”, detalla.

En esencia, el deseo es que el encuentro sea otro punto de unión de los tantos que enlazan a ambas naciones, así como en años pasados ha acurrido, pero es un anhelo del embajador que en esta ocasión sla concurrencia se mayor.

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